FICHA TÉCNICA:
Dirección: Ric Roman Waugh
Guión: Justin Haythe, Ric Roman Waugh
Producción: Dwayne Johnson
Fotografía: Dana Gonzalez
Montaje: Jonathan Chibnall
FICHA ARTÍSTICA:
John Matthews: Dwayne Johnson
Agente Cooper: Barry Pepper
Daniel James: John Bernthal
Joane Keeghan: Susan Sarandon
Malik: Michael K. Williams
Argumento:
Un padre (Johnson) recibe un duro golpe cuando condenan a su hijo adolescente a una pena de treinta años de cárcel por un delito relacionado con el narcotráfico. Para conseguir que reduzcan su condena, intenta ponerse en contacto con un importante traficante.
Desgraciadamente, de todos es conocido que el gremio de actores es de los que mayor intrusismo laboral padece. El hecho de ser un personaje no te convierte en actor por defecto. Hemos visto muchos casos a lo largo de la historia del cine, tanto nacional como internacional, y parece que la tendencia no cesa, a pesar de que cualquiera puede darse cuenta de que personajes como Dwayne “The Rock” Johnson tienen el talento dramático perdido por algún lugar entre su masa muscular.
No os equivoquéis, seguro que La Roca es un buen tipo y hasta hace gracia verle en aventuras de acción familiar como Viaje al centro de la Tierra 2, pero cuando se pone serio la cosa de hunde estrepitosamente. Y es que El mensajero es un dolor de película para cualquier persona, ni el amante del cine de acción más inconsciente sería capaz de tragársela y las razones por las que esto sucede son numerosas. 1) Un reparto mal escogido y peor dirigido. Nunca pensé que fuera a criticar a una pedazo de actriz como Susan Sarandon, pero os juro que no tengo ni idea de lo que está haciendo aquí; además de Dwayne solo-tengo-dos-expresiones-faciales Johnson y unos malos malísimos que parecen sacados de un videojuego en una cinta que cuenta una historia real. 2) Un guión flojo que no genera tensión por ninguna parte, con personajes pobremente dibujados y las tramas pobremente desarrolladas en casi 2 horas de metraje. 3) Una dirección ínfima sin ningún tipo de sentido del ritmo, ni de tensión dramática, ni de nada.
En resumen, posiblemente el thriller de acción más aburrido de la historia. Si queréis gastaros 9 euros en echaros una siesta – porque el bostezo es lo único asegurado aquí – allá vosotros, pero luego no digáis que no os advertí.