En profundidad: El último exorcismo

FICHA TÉCNICA

Dirección: Daniel Stamm

Guión: Huck Botko, Andrew Gurland

Producción: Eric Newman, Eli Roth, Marc Abraham, Thomas A. Bliss

Producción ejecutiva: Huck Botko, Andrew Gurland, Phil Altmann, Ron Halpern

Coproducción: Patty Long, Gabrielle Neimand

Dirección de fotografía: Zoltan Honti

Diseño de producción: Andrew Bofinger

Montaje: Shilpa Khanna

Diseño de vestuario: Shauna Leone

Música: Nathan Barr

Selección de reparto: Lauren Bass

FICHA ARTÍSTICA

Cotton Marcus: Patrick Fabian

Nell Sweetzer: Ashley Bell

Iris Reisen: Iris Bahr

Louis Sweetzer: Louis Herthum

Caleb Sweetzer: Caleb Landry Jones

Argumento

Cuando el reverendo Cotton Marcus llega a la granja de la Luisiana rural de Louis Sweetzer espera realizar otro “exorcismo” de rutina al típico fanático religioso perturbado. Sweetzer, un ferviente fundamentalista, se ha puesto en contacto con el carismático predicador como último recurso, convencido de que su hija adolescente, Nell, está poseída por un demonio que es necesario exorcizar antes de que su terrible experiencia acabe convirtiéndose en una tragedia inimaginable.

Incapaz de aguantar el cargo de conciencia que soporta tras años de sacar dinero a creyentes desesperados, Cotton pretende filmar junto a su equipo un documental confesional del que quiere que sea su último exorcismo. Sin embargo, al llegar a la granja familiar, completamente bañada en sangre, no tardará en hacerse evidente que nada podría haberlo preparado para el auténtico mal que allí encuentra. Ahora que ya es demasiado tarde para echarse atrás, el reverendo Marcus verá puestas a prueba sus más profundas creencias cuando, junto a su equipo de rodaje, tengan que encontrar una forma de salvar a Nell, y a sí mismos, antes de que sea demasiado tarde.

Rodada en clave (falso) documental, algo que no se esconde ya que sale la cámara, la jirafa de sonido… nos encontramos con esta historia de un predicador que ha perdido la fe y que considera que los exorcismos son una farsa, y por tanto, se presta a rodar la historia de uno y mostrarlo al mundo entero.

Pero cómo no, la horma de su zapato le espera. Un exorcismo con truco y una sucesión de hechos extraños que comienzan a resultar peligrosos y tensos para los presentes. En algunos momentos llegan a ser mareantes ya que la cámara no descansa y asistimos a carreras, grabaciones ocultas y todo lo que implica el rodaje a mano.

Lo más destacable de la película es la actuación de Ashley Bell, totalmente creíble en su papel de inocente niña religiosa y de pueblecito pequeño, a la vez que vemos su otra cara, la de poseída, llena de sangre y lo que llamaríamos loca si nos encontraramos con ella. Hasta el punto de asustar al espectador en uno de los momentos más tensos de la película en el que se enfrenta al pastor.

Por otro lado, el intento de denunciar la existencia del negocio de los exorcismos y cómo se aprovechan algunos, el propio protagonista reconoce que lo hace porque tiene que dar de comer a su familia, se va desinflando poco a poco con un guión que flojea especialmente al final y con la resolución de los hechos, algo apresurada.

Al menos la música ayuda a mantener una tensión y el debate razón vs religión tiene su parte interesante.