Revista Cine

En profundidad: Érase una vez en Anatolia

Publicado el 22 marzo 2013 por Pilarm

Érase una vez en Anatolia

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Nuri Bilge Ceylan

Guión: Ercan Kesal, Ebru Ceylan, Nuri Bilge Ceylan

Producción: Zeynep Özbatur Atakan

Fotografía: Gökhan Tiryaki

Edición: Bora Göksingöl, Nuri Bilge Ceylan

FICHA ARTÍSTICA:

Doctor: Muhammet Uzuner

Comisario: Yilmaz Erdogan

Acusador: Taner Birsek

Chófer: Ahmet Mümtaz Taylan

Sospechoso: Firat Tanis

Argumento:

En el corazón de las estepas de Anatolia, un asesino intenta guiar a un equipo de policías hasta el lugar donde enterró el cuerpo de su víctima. En el curso de este viaje, una serie de pistas sacarán la verdad a la superficie…

Érase una vez en Anatolia

Esta cinta de procedencia turca es de las que se encuadra dentro del cine “difícil”. Difícil por su duración (casi tres horas), difícil porque requiere de la paciencia y la atención del espectador más que la mayoría de las películas, no es tanto sobre la acción como sobre los personajes, ni tanto sobre los diálogos como sobre los silencios.

Un comboy de policía tiene que salir de noche por una de las regiones más rurales de Turquía con un preso para que éste localice el cadáver del hombre que ha matado. No lo recuerda bien y les va llevando de colina en colina, de fuente en fuente, en una especie de road movie llena de paradas que no llevan a ninguna parte. Por el camino, los ocupantes de los coches discuten sobre varios aspectos de la vida y cosas que les han pasado, sin revelar muchos detalles, pero dando la información justa para que sepamos por dónde van los tiros. Este viaje les lleva a una pequeña aldea en la que se detienen a descansar para luego cerrar el último acto durante el día.

El ritmo de la película se mantiene firme y constante durante las casi dos primeras horas para sólo decaer hacia el final, ya que, como en todo viaje por carretera que se precie, después de varias horas, la conversación decae y el cansancio hace acto de presencia. Sin embargo, durante la primera parte resulta hipnótica si eres capaz de dejarte atrapar por ella, combinando el drama de la situación con el humor típico entre compañeros de trabajo que se conocen de toda la vida.

Una película que requiere un esfuerzo, pero que recompensa de sobra a quien se lo quiere dar.


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