FICHA TÉCNICA
Dirección: Kike Maíllo
Guión: Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra
Producción Ejecutiva: Sergi Casamitjana, Aintza Serra y Lita Roig
Dirección de Fotografía: Arnau Valls Colomer
Montaje: Elena Ruiz
Diseño de Sonido: Oriol Tarragó
Sonido: Jordi Rossinyol
Supervisor Efectos Visuales: Lluís Castells y Javier García
Arte: Laia Colet
Dirección de Producción: Toni Carrizosa
Maquillaje: Concha Rodríguez
Peluquería: Jesús Martos
Vestuario: María Gil
Música original: Evgueni Galperine i Sacha Galperine
FICHA ARTÍSTICA
Eva: Claudia Vega
Alex Garel: Daniel Brühl
Lana: Marta Etura
David Garel: Alberto Amman
Max: Lluís Homar
Argumento:
En un futuro próximo en el que los seres humanos viven junto a criaturas mecánicas, Alex, un reputado ingeniero cibernético, regresa a Santa Irene con el encargo de la Facultad de Robótica de crear un niño robot. En estos diez años de ausencia, la vida ha seguido su curso para su hermano David y para Lana que, tras la marcha de Alex, rehicieron su vida. La rutina de Alex se verá alterada de forma inesperada por Eva, la hija de Lana y David, una niña especial y magnética, que desde el primer momento establece una relación de complicidad con Alex. Juntos emprenderán un viaje que les precipitará a un final revelador.
Nos encontramos con una propuesta arriesgada, simplemente por el hecho de que la ciencia ficción no es un género que se desarrolle demasiado en España, y esta película entramos de lleno en la robótica, la domótica y los sentimientos artificiales y naturales con unos personajes bastante racionales dada su condición de científicos. Vamos, que nos encontraremos con las leyes de la robótica de Isaac Asimov y sus dilemas.
El reparto en general peca de ser demasiado frío y parece que está tenso, no acaba de soltarse, si bien es cierto que Daniel Brühl es quizá el que más termina por relajarse y que al resto por unas circunstancias u otras se les acaba entendiendo o mirando con cierto cariño. En el lado opuesto tenemos a Lluís Homar con Max, un personaje que seguramente todos querremos llevarnos a casa desde el primer momento en el que le veamos.
En el apartado técnico tenemos una dirección sobria de Kike Maíllo que realiza un debut correcto, con una fotografía preciosa y un ritmo relajado, que no lento, que va llevándole a uno por la narración con tranquilidad y buen hacer. Es curioso que tiene cierto aire retro en las decoraciones de las habitaciones, los coches e incluso la ropa, como si el tiempo se hubiera detenido pero los avances tecnológicos no.
Además, respecto a los efectos especiales, se integran bastante bien en la cinta, solamente chirrían un par de veces, pero la tónica general demuestra que en nuestro país también se pueden hacer las cosas bien y con poco presupuesto como en este caso.
Las cosas buenas inclinan la balanza hacia Eva con un resultado final digno de ver y de disfrutar. Y puede que hasta de ponerse a pensar si realmente éste es el futuro que nos espera.