FICHA TÉCNICA
Dirección: Craig Brewer
Producción: Craig Zadan, Neil Meron, Dylan Sellers y Brad Weston
Guión: Dean Pitchford y Craig Brewer basado en una historia original de Dean Pitchford
Producción ejecutiva: Timothy M. Bourne, Gary Barber, Roger Birnbaum y Jonathan Glickman
Dirección de fotografía: Amy Vincent
Dirección artística: Jon Gary Steele
Diseño de vestuario: Laura Jean Shannon
Montaje: Billy Fox
FICHA ARTÍSTICA
Ren: Kenny Wormald
Ariel: Julianne Hough
Vi: Andie MacDowell
Reverendo Shaw: Dennis Quaid
Willard: Miles Teller
Rusty: Ziah Colon
Argumento:
Ren MacCormack se ve forzado a trasladarse desde Boston hasta el pequeño pueblo sureño de Bomont, en donde experimenta un fuerte choque cultural. Unos pocos años antes, la localidad había quedado conmocionada por un trágico accidente en el que murieron cinco adolescentes después de una noche de fiesta, y los concejales de Bomont y el respetado Reverendo Shaw Moore reaccionaron aprobando unas leyes que prohíben la música a gran volumen y el baile. Nadie se enfrenta a esa situación, y Ren desafía la prohibición, dándole nueva vida al pueblo y enamorándose de paso de Ariel, la problemática hija del pastor.
La revisión del clásico Footloose no nos trae nada nuevo, y además, nos presenta un argumento un tanto anticuado. Un pueblo en el que se prohíbe la música por un accidente de coche, pero no sólo eso, sino que el propio pueblo en sí está antiguo con sus maneras y pensamientos.
El ritmo de la película es tan plano y lento que lo único que consigue animarte son los números musicales integrados, no es una de esas cintas en las que la gente se pone a cantar y bailar, en este caso, sin venir a cuento, sino que cada número musical va dentro de la trama. Pero si eres de los bailongos, puede que te sepan a poco en comparación con otras películas de baile.
Respecto al reparto, es bastante soso. El más divertido y que da más juego es Willard, aunque no se puede negar la química que existen entre algunos de los actores, como Willard y Ren como mejores amigos y cierta atracción entre los protagonistas, pero no llegan a convencer. Y lamentablemente Dennis Quaid y una imperceptible Andie MacDowell no ayudan demasiado a la consistencia de la película.
Os pondréis las botas con Julianne Hough ya que no faltan los planos de ella bailando sensualmente, centrados en su trasero, sus mini pantalones y esa adolescencia excesivamente hormonada. Eso sí, las botas rojas las conserva como guiño al original.
En fin, ya sólo nos queda esperar un milagro para Dirty Dancing en 2013, porque está visto que con Footloose no se han podido esmerar más.