En profundidad: Ghost Rider: Espíritu de venganza

FICHA TÉCNICA

Dirección: Mark Neveldine, Brian Taylor

Guión: Scott M. Gimple, Seth Hoffman, David S. Goyer

Producción: Steven Paul, Ashok Amritraj, Michael de Luca, Avi Arad, Ari Arad

Producción ejecutiva: David S. Goyer, E. Bennett Walsh, Stan Lee, Mark Steven Johnson

Dirección de fotografía: Brando Trost

Montaje: Brian Berdan

Música: David Sardy

FICHA ARTÍSTICA

Johnny Blaze / Ghost Rider: Nicolas Cage

Roarke: Ciarán Hinds

Nadya: Violante Placido

Carrigan: Johnny Whitworth

Moreau: Idris Elba

Methodius: Christopher Lambert

Danny: Fergus Riordan

Argumento:

Johnny sigue luchando con la maldición de ser el cazarrecompensas del diablo – pero puede que lo arriesgue todo al unir fuerzas con el líder de un grupo de monjes rebeldes para salvar a un niño de las garras del diablo… e intentar librarse de una vez por todas de su propia condena.

No nos vamos a engañar, estamos ante una gamberrada que se disfruta con un buen cubo de palomitas y unos cuantos amigos, para poder reirse a gusto y comentar luego las fantasmadas que vamos a ver, nunca mejor dicho.

Tenemos a un Nicolas Cage que nos guste o no, le da su propia personalidad al esqueleto en llamas que lleva dentro de él, porque sí, en esta ocasión es él mismo debajo de esos efectos y se nota en el movimiento del motorista, que no habla mucho, así que se expresa mucho mejor con ligeros giros de cabeza y con unos toques paranoicos para volverse loco.

Lo bueno es que si no uno ha visto la anterior, no pasa nada, aquí están los grafismos para explicarnos la historia de cómo comienza todo y algún que otro detallito de la película para no perdernos en lo que acabe ocurriendo.

No soy objetiva si digo que me declaro fan de Idris Elba en su papel de monje bebedor compulsivo de vino y lo que pille, de Ciarán Hinds con ese diablo loco, de Johnny Whitworth y sus poderes de descomposición y un Christopher Lambert tatuado más allá del dolor. Violante Placido se queda en simplemente, la mujer de la cinta, a ratos madre, a ratos chófer y Fergus Riordan, el niño objeto de deseo del Diablo, pues esperamos verle en otros films para ver todo lo que puede dar de sí.

Con este reparto, choca un poco Cage, parece que es el que no termina de encajar, pero bueno, como es el protagonista, le daremos un voto de confianza, aunque esperemos que no nos regale más entregas, por mucho que intenten dejarnos con la sensación de “esto puede continuar”.

Lo que está claro es que los directores y seguramente el reparto se lo han pasado estupendamente rodando, han aprovechado bastante bien el presupuesto que manejaban, muy inferior a la primera entrega, 60 millones de dólares en esta ocasión, pero mejor que sigan con otra gamberrada, Crank, como ya han anunciado.