FICHA TÉCNICA
Dirección: Kelly Asbury
Guion: Andy Riley, Kevin Cecil, Mark Burton, Kathy Greenberg, Steve Hamilton Shaw y Kelly Asbury, Rob Sprackling y John Smith; inspirado en la obra de William Shakespeare.
Producción: Baker Bloodworth, Steve Hamilton Shaw y David Furnish
Música: James Newton Howard y Chris Bacon; con canciones de Elton John
Montaje: Catherine Apple
Diseño de producción: Karen Dejong
FICHA ARTÍSTICA:
Gnomeo: James McAvoy
Julieta: Emily Blunt
Don Rogelio: Michael Caine
Teobaldo: Jason Statham
Doña Celeste: Maggie Smith
Bill Shakespeare: Patrick Stewart
Nanette: Ashley Jensen
Paris: Stephen Merchant
Benny: Matt Lucas
Pluma Rosa: Jim Cummings
Miss Montague: Julie Walters
Mr. Capulet: Richard Wilson
Ciervo: Ozzy Osbourne
Argumento:
Los dos enanos de jardín, Gnomeo y Julieta, intentan que su destino fatal no se cumpla. Luchan para que su historia de amor tenga un final feliz a pesar de verse envueltos en una disputa entre vecinos.
El clásico de Shakespeare vuelve a la vida en forma de enanos de jardín, eso sí, con ligeros cambios aptos para todos los públicos. De las primeras cosas que llaman la atención es el descubrir en la versión original a Hulk Hogan o Dolly Parton prestando voces para pequeños papeles, pero si uno no va a verla en inglés, no pasa nada, dado que el film está lleno de guiños y hechos suficientes para atraer la atención.
Para empezar, Elton John en versión enano, no tiene precio. Los conejitos guerreros de los enanos azules, tened cuidado porque son pequeños y aunque sean de cerámica, tienen bastante peligro y saben morse. Y por supuesto, el prólogo antes de comenzar la película, bastante divertido.
Una vez entrados en materia hay que darle un gran valor a la animación, el detalle que tiene todo, hasta el césped, sobre todo en la escena de Julieta montada en la segadora, un poco más y podríamos oler el césped recién cortado. Los dibujos son reales al hecho de que son de cerámica, pero eso no les resta gracia a los movimientos.
Es una aventura que disfrutarán más los niños que los grandes, pero desde luego que teniendo hasta cameos del mísmisimo William Shakespeare, dan ganas de dejarse caer, y sobre todo, por el giro que le dan a la historia, con una resolución final que no deja de ser poco sorprendente, pero tiene su gracia final.