FICHA TÉCNICA
Dirección: Robert Lorenz
Guion: Randy Brown
Producción: Clint Eastwood, Robert Lorenz y Michelle Weisler
Música: Marco Beltrami
Dirección de fotografía: Tom Stern
Montaje: Joel Cox y Gary Roach
Diseño de producción: James J. Murakami
FICHA ARTÍSTICA
Gus Lobel: Clint Eastwood
Mickey Lobel: Amy Adams
Johnny: Justin Timberlake
Pete Klein: John Goodman
Billy Clark: Scott Eastwood
Vince: Robert Patrick
Phillip Sanderson: Matthew Lillard
Argumento:
Gus Lobel ha sido uno de los mejores cazatalentos de béisbol durante décadas, pero, a pesar de sus esfuerzos por esconderlo, su edad empieza a pasarle factura. A pesar de esto, Gus, que puede decir cómo es un lanzamiento solo por el sonido del bate, se niega a quedarse en el banquillo en lo que podría ser el último trabajo de su carrera.
Si en Moneyball. Rompiendo las reglas teníamos la explicación de cómo se encontraban buenos jugadores, aquí tenemos a uno de los mejores ojeadores que no se equivoca aunque tenga problemas de visión, y es que no todo van a ser ordenadores, por mucho que se empeñe el personaje de Matthew Lillard.
El único problema que tiene Golpe de efecto, cuyo título original es, literalmente, Problemas con la curva; es que en la parte de la trama dramática, interpretada por padre e hija en la ficción, resulta demasiado previsible que es por algo que haya podido pasar y que como todo, se arregla intentando hablar. Porque eso sí, Gus Lobel no es hombre de muchas palabras, pero ver a Clint Eastwood interpretando a un señor gruñón y haciendo ruidos, no tiene precio.
Lo más interesante de la película es cómo no, ver a Clint, pero tampoco hay que despreciar al resto de reparto, secundarios de lujo como John Goodman o Robert Patrick, por nombrar algunos, pero hay más. Por lo demás, Justin Timberlake tampoco es que haga demasiado y Amy Adams está correcta en su papel de abogada atada al trabajo y lidiando con todos los problemas sentimentales del mundo.
La pega sobre todo es que el director no le saca el juego suficiente a la película y que la banda sonora no es que esté muy bien elegida para acompañar lo que vemos, pero no deja de ser una cinta interesante y sobre todo, entretenida porque podemos ver a Clint de viejo gruñón, y por eso, le perdonamos a Robert las faltas y no le mandamos a casa, pero para la próxima, esperamos que se haga un homerun.
Eso sí, si no sois fans del béisbol lo mismo os perdéis un poco con tanto nombre, o lo mismo os pica el gusanillo y acabáis indagando más sobre este deporte.