FICHA TÉCNICA:
Dirección: Deepa Mehta
Guión: Salman Rushdie, Deepa Mehta
Director de fotografía: Giles Nuttgens
Montaje y edición: Colin Monie
Música: Nitin Sawhney
Diseño de producción: Errol Kelly, Dilip Mehta
FICHA ARTÍSTICA:
Saleem Sinai: Satya Bhabha
Amina: Shahana Goswami
Adam Aziz: Rajat Kapoor
Naseem: Shabana Azmi
Ahmed Sinai: Ronit Roy
Argumento:
La misma noche en el que la India se independiza, nacen Saleem y Naseem, uno de familia pobre, otro de familia rica. El destino quiere que sus vidas ocupen el lugar del otro, viviendo la historia del subcontinente desde perspectivas muy diferentes. En su violencia y en sus misterios, recorriendo los conflictos y los cambios sociales mientras crecen bajo el influjo de ser los hijos de la medianoche, aquellos en los que un país, una cultura, puso sus esperanzas.
A través de la vida de una familia y de unos personajes asistimos a la historia de la India, al menos la del siglo XX, una historia llena de conflictos, pero también de oportunidades. Basada en el best seller del conocido Salman Rushdie, nos muestra una visión de la India como una nación que busca su libertad y su camino hacia la modernidad, pese a los tropiezos constantes que encuentra en su camino. Narrada al estilo del realismo mágico y desde el punto de vista de la india rica y la india pobre. Seremos testigos de la descolonización inglesa, de la independencia, de las divisiones, los golpes de estado, las guerras y los intentos de dictadura. Entre tanto, el protagonista inicia su propio viaje vital buscando la aprobación de su padre, que le considera un inútil. Protagonista accidental de no pocos sucesos políticos, sociales y religiosos, es la viva metáfora de la esperanza de un pueblo: forma parte de unas nuevas generaciones inmersas en el devenir de los acontecimientos, una generación especial de la que se esperan milagros especiales, pero que apenas puede entender lo que pasa a su alrededor, a menudo, los sueños son desbordados por la realidad.
El film posee un metraje algo extenso, pero la belleza de sus imágenes y su colorido compensa al menos el atractivo de dejarse llevar por ella, aunque es verdad que hay algún momento en el que se tiene la sensación de ver “un anuncio” lleno de música y color. Pero solo alguna vez. La excusa de repasar dramáticamente y con algún que otro elemento de fantasía metafórica los hechos históricos, en una gran recreación, justifica el tiempo invertido en verla. Porque además de mostrar una cuidada producción, entretiene y a veces alegra. Un cine para ver también con toda la familia, que, a no ser que se haya leído el libro (y se prefiera), no deja mal sabor de boca, aunque tampoco llegue a entusiasmar del todo.