Revista Cine

En profundidad: La delicadeza

Publicado el 05 julio 2012 por Pilarm

En profundidad: La delicadeza

 

FICHA TÉCNICA

Dirección: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos

Guion: David Foenkinos, basado en su novela

Producción: Xavier Rigault, Marc-Antoine Robert

Dirección de fotografía: Rémy Chevrin

Montaje: Virginie Bruant

Diseño de producción: Maamar Ech-Cheikh

Vestuario: Emmanuelle Youchnovski

FICHA ARTÍSTICA

Nathalie : Audrey Tautou

Markus: François Damiens

Charles: Bruno Todeschini

Chloé : Mélanie Bernier

Sophie : Joséphine de Meaux

François: Pio Marmaï

Madeleine : Monique Chaumette

Pierre : Marc Citti

Benoît : Alexandre Pavloff

La madre de François: Vittoria Scognamiglio

El padre de François : Olivier Cruveiller

Ingrid, la secretaria de Charles: Audrey Fleurot

Argumento:

Nathalie pierde en un accidente al hombre del que está perdidamente enamorada. Después de una etapa de duelo, no puede creerse que el amor llame de nuevo a su puerta de la mano de Markus, un compañero de trabajo que nunca ha tenido éxito con las mujeres, pero cargado de bondad y de ternura. Un hombre que para ella supone la vuelta a la vida.

 

En profundidad: La delicadeza

No es la típica comedia romántica porque en un principio ver a Tautou y Damiens puede hacer pensar que no peguen demasiado como pareja, claro que ahí reside la gracia en parte. Pero por otro lado la trama romántica mezclada con la parte cómica, perfectamente integrada gracias a Damiens, no acaba de funcionar como conjunto y se queda todo en una especie de drama y superación personal con toques de indecisión, confusión y romance en el aire.

Por lo menos se agradece que la pareja protagonista no sea perfectamente bella y conjuntada como en el 99% de las películas, con cánones impuestos, sino que todo es mucho más natural en ese sentido. Y siguen funcionando con buena química, aunque como decía al principio, no pueda parecerlo.

En profundidad: La delicadeza

No deja de ser una cinta basada en darle una segunda oportunidad al amor y dejarse llevar, pero el ritmo que lleva a veces desconcierta y resulta algo brusco el ver todo lo que ocurre a trompicones, en parte gracias a esas elipsis que los directores realizan y dejan a medio camino algunas situaciones.

Como oferta diferente de comedia romántica, perfecto, pero tampoco es necesario llevarlo a dos horas de metraje, en las que el espectador posiblemente acabe deseando que termine lo que está viendo, alargado innecesariamente -a pesar de esas elipsis que nombro-, y todo para llevarnos posiblemente a un final que nos imaginemos, porque el cine al final no deja de ser cine y está todo visto.

En profundidad: La delicadeza


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista