En profundidad: La sombra de la traición

FICHA TÉCNICA

Dirección: Michael Brandt

Guion: Michael Brandt, Derek Haas

Producción: Patrick Aiello, Ashok Amritraj, Andrew Deane, Derek Haas

Música: John Debney

Dirección de fotografía: Jeffrey L. Kimball

Montaje: Steve Mirkovich

Diseño de producción: Giles Masters

Vestuario: Aggie Guerard Rodgers

FICHA ARTÍSTICA

Paul Sheperdson: Richard Gere

Ben Geary: Topher Grace

Boz: Tamer Hassan

Amber: Stana Katic

Brutus: Stephen Moyer

Highland: Martin Sheen

Natalie: Odette Annable

Argumento:

El misterioso asesinato de un senador de Estados Unidos que lleva el sello distintivo de un asesino soviético, de nombre clave “Cassius”, obliga a un agente jubilado de la CIA, Paul Shepherdson, a formar equipo con un joven agente del FBI, Ben Geary, para resolver el caso.

Shepherdson está convencido de que Cassius lleva mucho tiempo muerto, tras haber pasado toda su carrera siguiéndole la pista tanto al esquivo asesino como a sus rivales, así que acepta a regañadientes el caso después de que su antiguo supervisor, Tom Highland, lo desafíe a demostrar su teoría ante las recientes pruebas que parecen indicar lo contrario. Por su parte, el agente Geary está familiarizado con la historia de Cassius desde mucho antes de su ingreso en el FBI. Geary, fascinado por la historia del asesino soviético, escribió su tesis de carrera sobre Cassius A diferencia de Shepherdson, Geary cree que el asesino ha reaparecido para continuar con su matanza.

 A medida que Shepherdson y Geary van pasando por los distintos escenarios de los asesinatos, van surgiendo pistas que desvelan que Cassius podría no ser quienes ellos pensaban y la doble vida del asesino podría poner en peligro sus propias vidas.

La sombra de la traición es una cinta de espías que hace aguas por todos lados. Está tan centrada en darnos sorpresas y en los giros argumentales que llega un punto en el que sabemos cuándo va a pasar algo que nos trastoque y qué va a ser, así que se queda en una película bastante previsible.

Ni qué decir tiene que el darnos la mayor sorpresa al poco de empezar la cinta no ayuda, sino todo lo contrario, el efectismo se queda ahí y no consigue enganchar ni terminar de arrancar la historia. Así que el poco interés que pudiera haber, se desvanece y nos deja a solas con… una investigación que poco sentido tiene una vez que ya sabes lo que hay.

Resulta curioso que hayan vendido por ejemplo la aparición de Stephen Moyer, conocido por True Blood principalmente, como si fuera parte del reparto visible, cuando luego en realidad su actuación se queda bastante reducida. Esos trucos de enganche con actores aparte de engañifa, realmente deberían ser innecesarios si estuvieramos ante una buena historia.

Nada reseñable, ni banda sonora, ni fotografía, ni siquiera las actuaciones. En determinados momentos Richard Gere está más sobreactuado que otra cosa y provoca alguna que otra sonrisa/risa -según el grado de simpatía que se le tenga al susodicho-. Ni la veteranía de Gere y Sheen ni la guapura -sosa, por otro lado- de Topher Grace son suficientes como para que uno decida meterse en semejante berenjenal.