FICHA TÉCNICA
Dirección: John Erick Dowdle
Guión: Brian Nelson
Fotografía: Tak Fujimoto
Productores: M. Night Shyamalan, Sam Mercer
Productores ejecutivos: Trish Hoffman, Drew Dowdle
Música: Fernando Velázquez
Diseño de vestuario: Erin Benach
Efectos de maquillaje: Robert Hall
FICHA ARTÍSTICA
Detective Bowden: Chris Messina
Mecánico: Logan Marshall-Green
Comercial: Geofrey Arend
Mujer joven: Bojana Novakovic
Mujer mayor: Jenny O’Hara
Guardia: Bokeem Woodbine
Ramírez: Jacob Vargas
Lustig: Matt Craven
Argumento:
Cinco extraños en Filadelfia empiezan el día con la rutina habitual. Van a un edificio de oficinas, entran en un ascensor y se ven obligados a compartir un espacio reducido con desconocidos. Nadie mira a nadie, sólo estarán juntos unos momentos. Pero lo que hasta ahora parece un hecho casual, no tiene nada de coincidencia cuando la cabina se detiene. El destino acaba de llamar. Estas cinco personas verán cómo sus secretos salen a la luz y deberán rendir cuentas por lo que han hecho.
Lenta y metódicamente, los cinco extraños pasan de estar en una situación molesta a sentirse impotentes y a catar el terror más profundo. A cada uno de ellos le empiezan a ocurrir cosas terribles y la sospecha pasa de uno a otro, ¿quién es el culpable de todo esto? Hasta que se enteran de la tremenda verdad: uno de ellos es el Diablo en persona.
Mientras desde el exterior intentan liberarlos en vano, los ocupantes del ascensor se dan cuenta de que la única forma de sobrevivir es enfrentarse a la maldad que les ha llevado hasta aquí.
La sombra de Shyamalan es alargada, en este caso es natural puesto que la idea es suya, así que si esperamos encontrar una película de suspense y tensión estamos en lo cierto. En la parte de terror no acaba de cuajar del todo, aparte de agobiarse por la situación de estar encerrado en el ascensor y ver cómo uno de esos cinco desconocidos es el demonio, el film no llega a ser terrorífico y dar un miedo permanente.
La duda de quién es el asesino salta continuamente sobre cada uno de los que están encerrados, lo que nos hace dudar de todos hasta sorprender ligeramente cuando por fin se nos descubre. Aquí es donde comienzan las asociaciones de ideas y puntadas finales para concluir ambas tramas y llevarlas a una subtrama que realmente no aporta más sentido que el de encontrar la paz final para todos.
El desarrollo del guión es bueno, no obstante Brian Nelson es el autor de la magnífica Hard Candy, si bien es cierto que aunque está todo perfectamente hilado y se salta del interior al exterior, de la historia de cinco desconocidos a la historia personal del policía desesperado por entender lo que ocurre mientras les intenta sacar, la resolución queda algo floja y ñoña. Demasiado bonito para ser verdad.
Una de las mejores escenas de la película se da al principio, con la secuencia de mostrarnos la ciudad al revés, lo que genera ya cierta incomodidad mientras se nos cuenta la historia de cómo el Diablo decide aparecer y por qué, hasta que llegamos al escenario donde tendrá lugar el terror para los protagonistas.
La música está bien hilada en los momentos claves para generarnos más ansiedad, algo que Fernando Velázquez no tiene problemas en crear dado que es también autor de la banda sonora de El Orfanato y Eskalofrío.
En definitiva, nos encontramos con un thriller con una idea curiosa y bastante bien llevada a cabo y que nos invita a permanecer atentos a las próximas entregas de The Night Chronicles.