FICHA TÉCNICA
Dirección: Simon Curtis
Guión: Adrian Hodges, basada en los diarios de Colin Clark
Producción: David Parfitt Harvey Weinstein
Producción ejecutiva: Jamie Laurenson, Simon Curtis, Ivan Mactaggart, Christine Langan, Bob Weinstein, Kelly Carmichael
Dirección de fotografía: Ben Smithard
Montaje: Adam Recht
Música: Conrad Pope
Maquillaje y peluquería: Jenny Shircore
FICHA ARTÍSTICA
Marilyn Monroe: Michelle Williams
Sir Laurence Olivier: Kenneth Branagh
Colin Clark: Eddie Redmayne
Dame Sybil Thorndike: Judi Dench
Lucy: Emma Watson
Milton Greene: Dominic Cooper
Arthur Jacobs: Toby Jones
Sir Owen Morshead: Derek Jacobi
Arthur Miller: Dougray Scott
Vivien Leigh: Julia Ormond
Argumento:
A principios del verano de 1956, la estrella del cine norteamericana Marilyn Monroe pisó por primera vez suelo británico. Recién casada con Arthur Miller y coincidiendo con su luna de miel, Marilyn llega a Inglaterra para rodar El príncipe y la corista, el film que le haría compartir escena con el célebre Sir Laurence Olivier, legendario actor británico de teatro y cine, que protagonizaba y dirigía la cinta.
Ese mismo verano Colin Clark, un joven de 23 años, pisaba un set de rodaje por primera vez. Recién licenciado en Oxford y aspirante a director, aceptó un trabajo de ayudante de producción en el set de El príncipe y la corista . Cuarenta años después explicó sus experiencias durante los seis meses de rodaje en un libro autobiográfico: El príncipe, la corista y yo.
Pero en el libro se omitía lo que había pasado durante una semana.
No fue hasta años después que Clark reveló, en una secuela de su autobiografía llamada “Mi semana con Marilyn”, lo que de verdad ocurrió en esos siete días que compartió con la mayor estrella de todos los tiempos. La semana que él pasó con Marilyn.
Seguramente lo que hagan muchos cuando entren a verla y es comprobar que Michelle Williams se ha transformado realmente en Marilyn Monroe, y aunque físicamente está bastante conseguida, a pesar de que a veces se nota un poco el truco, lo que realmente ha captado la actriz es la hora de cantar y a la hora de más que ser Monroe, ser Norma Jean -su nombre real-, la auténtica.
Además complemente perfectamente esa inseguridad y esa personalidad tan complicada con Kenneth Branagh, un Laurence Olivier perfeccionista y desesperado por encontrar a esa gran actriz que dicen todos que es Marilyn, pero que no consigue ver, por lo que podemos ver cierta crueldad aflorando frente a la fragilidad de Monroe.
Respecto a Eddie Redmayne, que es el que lleva el peso de quedarse totalmente prendado de Marilyn, aguanta como puede el tipo frente al personaje de Michelle Williams, algo que no es fácil, pero se puede decir que pasa la prueba.
Completan el reparto no pequeños actores, pero sí pequeños papeles repartidos para poder disfrutar de Judi Dench, Julia Ormond, Toby Jones… que se dejan ver con naturalidad y en un segundo plano.
Cuando uno va a ver Mi semana con Marilyn piensa que va a ver más sustancia del famoso rodaje y menos de cómo la actriz encandila a todo el que está a su alrededor, sin embargo, asistimos a esa fase completa, lo que hace que la historia dé a veces unos pocos tumbos cuando no nos muestran esos momentos de filmación. Ahí se nota cierto desequilibrio en la narración, ya que tiene más peso del necesario el enamoramiento que sufre el protagonista.
Lo que sí que hay que tener en cuenta es que es una buena película para mitómanos y para todos aquellos que quieran conocer un poco más de Marilyn Monroe y que técnicamente es una cinta con una fotografía correcta y con una banda sonora que en parte es interpretada por la actriz, ahí veremos sus dotes como cantante, pero que realmente termina pasando a un segundo plano sin que nos demos cuenta y no por ello deje de ser emotiva.