En Profundidad: Midnight in Paris

FICHA TÉCNICA:

Dirección / Guión: Woody Allen

Producción: LettyAronson, Stephen Tenenbaum, Jaume Roures

Producción ejecutiva: Javier Méndez

Fotografía: Darius Khondji ASC, AFC

Dirección artística: Anne Seibel ADC

Montaje: Alisa Lepselter

FICHA ARTÍSTICA:

Gert: Kathy Bates

Salvador: Adrien Brody

Guía del museo: Carla Bruni

Adriana: Marion Cotillard

Inez: Rachel McAdams

Paul: Michael Sheen

Gil: Owen Wilson

Argumento:

Midnight in Paris es una comedia romántica ambientada en París, que narra la historia de una familia que viaja a esta ciudad por motivos de trabajo, así como la de dos jóvenes comprometidos que se casarán en otoño. Las experiencias que tienen en la capital francesa cambiarán sus vidas. Cuenta el gran amor que siente un joven por una ciudad, París, y la ilusión que tiene la gente de creer que una vida diferente a la suya sería mucho mejor.

Woody Allen nos vuelve  a traer una película llena de imágenes de postal, mitos y leyendas desde una emblemática capital europea.

Owen Wilson interpreta a Gil, un novelista frustrado convertido en guionista de cine, que se encuentra en medio de los preparativos de su boda con una niña rica californiana, al mismo tiempo que está intentando retomar su vocación y escribir su primera novela.

Un viaje familiar a París le hace replantearse sus sueños y su futuro de una forma inesperada. De día, sólo es un turista más, fascinado por la ciudad, pero aburrido por la gente que le rodea; pero de noche, se ve transportado a la época dorada que tanto admira y añora.

Allen se ayuda de un sinfín de personajes emblemáticos para dar forma a una historia que, aunque en principio parece una oda a la nostalgia y la mitomanía, acaba siendo una reflexión sobre ello y aquel tópico del “cualquier tiempo pasado fue mejor”, sentenciando que “el presente es aburrido porque es presente”.

Cosas destacables son la extensa galería de mitos del arte y la literatura desplegados a lo largo de la película, que aunque retratados de forma estereotipada y superficial, no dejan de ser encantadores.

Como pegas quizás el contraste entre el mundo real y la ensoñación, entre el día y la noche podría haber sido más marcado, haciendo mejor uso de los magníficos secundarios con los que contaba; y también el hecho de que, si no eres capaz de situar todas las referencias y los personajes que aparecen, de poco te vas a enterar.