En profundidad: Millenniun. Los hombres que no amaban a las mujeres

FICHA TÉCNICA

Dirección: David Fincher

Guión: Steven Zaillian

Producción: Steven Zaillian, Ole Søndberg, Søren Staermose,Scott Rudin, Ceán Chaffin

Producción ejecutiva: Mikael Wallen, Anni Fernandez

Dirección de fotografía: Jeff Cronenweth

Montaje: Kirk Baxter, Angus Wall

Diseño de vestuario: Trish Summerville

Música: Trent Reznor, Atticus Ross

FICHA ARTÍSTICA

Mikael Blomkvist: Daniel Craig

Lisbeth Salander: Rooney Mara

Henrik Vanger: Christopher Plummer

Martin Vanger: Stellan Skarsgård

Frode: Steven Berkoff

Erika Berger: Robin Wright

Bjurman: Yorick Van Wageningen

Anita Vanger: Joely Richardson

Argumento:

Mikael Blomkvist es un periodista financiero dispuesto a restaurar su honor tras ser declarado culpable por difamación. Contactado por uno de los empresarios más ricos de Suecia, Henrik Vanger, para llegar al fondo de la desaparición muchos años atrás de su querida sobrina Harriet – asesinada, según cree Vanger, por uno de los miembros de su familia numerosa – el periodista llega a una isla remota de la congelada costa sueca sin saber lo que allí le espera.

Simultáneamente, Lisbeth Salander, una inusual pero ingeniosa investigadora de Milton Security, es contratada para averiguar los antecedentes de Blomkvist, una tarea que en última instancia la lleva a unirse a Mikael en su investigación sobre el asesinato de Harriet Vanger. Aunque Lisbeth se protege de un mundo que la ha traicionado una y otra vez, sus habilidades de hacker y su capacidad de concentración y determinación inquebrantable, la hacen imprescindible. Mientras Mikael se enfrenta cara a cara con los herméticos Vanger, Lisbeth trabaja en la sombra. Ambos comienzan a trazar una cadena de homicidios desde pasado hasta el presente, forjando un frágil hilo de confianza, aún siendo arrastrados hacia una de las corrientes más salvajes del crimen contemporáneo.

Estamos ante un remake de una película sueca basada en una trilogía de éxito, esto siempre supone un peligro, sin embargo, David Fincher hace un trabajo estupendo. Para empezar, uno no debería perderse los créditos de entrada, un espectáculo visual por sí solos, pero es que luego nos encontramos con una película técnicamente muy bien realizada con su fotografía, excelente hasta el detalle y su dirección, más libre de lo que otros se pueden permitir.

Además, Rooney Mara está estupenda como Lisbeth, con incluso más pintas de asocial y de problemas que Noomi Rapace y Daniel Craig consigue encaminarse y resacirse de otros papeles no tan afortunados dándole otro aire a Blomkvist. Ambos tienen la química necesaria para funcionar como equipo y llevarlo con tanta naturalidad que ni nos extraña a pesar de las rarezas de cada uno, especialmente de Lisbeth.

Sí que hay que decir que es ligeramente más suave en algunos aspectos que la sueca, pero las escenas con más tensión y dramatismo siguen poniendo los pelos de punta. Y teniendo en cuenta que la historia no pierde el ritmo, vamos a estar pegados a la butaca durante dos horas y media sin que nos demos cuenta.

Después de verla nadie podrá decir que era un remake innecesario, ya que aunque hayan utilizado los mismos escenarios y la historia no haya cambiado, la visión de Fincher le da otro empaque y puede que alguno se pregunte cómo ha tardado tanto en realizarse. Lo bueno es que las secuelas están confirmadas, lo malo, que desconocemos si será Fincher el que las lleve a cabo.

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