FICHA TÉCNICA
Dirección: James Mather, Stephen St. Leger
Guion: James Mather, Stephen St. Leger, Luc Besson; basado en un argumento de Luc Besson
Producción: Luc Besson, Marc Libert, Leila Smith
Música: Alexandre Azaria
Dirección de fotografía: James Mather
Montaje: Camille Delamarre, Eamonn Power
Diseño de producción: Romek Delimata
Vestuario: Olivier Bériot
FICHA ARTÍSTICA
Snow: Guy Pearce
Emilie Warnock: Maggie Grace
Langral: Peter Stormare
Hydell: Joseph Gilgun
Alex: Vincent Regan
Shaw: Lennie James
Hock: Jacky Ido
Mace: Tim Plester
Barnes: Mark Tankersley
Kathryn: Anne Solenne Hatte
Argumento:
La MS1 es una prisión experimental en el espacio, que orbita a 50 millas de la Tierra, donde los 500 criminales más peligrosos del planeta se encuentran retenidos en un estado de “letargo” inducido. A la cabeza de una misión humanitaria, la hija del presidente de los Estados Unidos, Emilie Warnock llega a bordo de la prisión justo antes del estallido de un motín. Emilie y los trabajadores de la MS1 son tomados como rehenes por los violentos internos. El presidente Warnock decide enviar al agente Snow a la MS1 con la única misión de salvar a Emilie a toda costa. Snow es un convicto encerrado por conspiración y espionaje contra los Estados Unidos.
Estamos ante una de las mayores macarradas que nos ha podido llegar al cine últimamente. Y diréis, cómo un tipo que se llama Snow puede ser un tipo peligroso o al menos no querer tener problemas, pues que no os engañen las apariencias. Snow es un macarra fumador, egoísta y con un sentido del humor bastante cínico. El héroe perfecto si se trata de rescatar a la hija del presidente de una cárcel de máxima seguridad repleta de presos altamente desequilibrados, principalmente.
Destacamos más que a los protagonistas a algún secundario, especialmente a Joseph Gilgun, al que no creemos que nadie se quiera acercar en mucho tiempo. Si hay alguien loco, es él. Por lo demás, la historia tira por donde siempre, machote salva a belleza en lugar inhóspito, con muchísimos problemas, tiros y fallos de última hora.
Vamos, que es la perfecta película para ver con la pandilla, comiendo palomitas y desconectar totalmente. No calará hondo, tampoco lo pretende… y aunque estéticamente tiene aciertos en los movimientos de cámara y en el escenario elegido, del que lo único que se sacará serán elogios a Guy Pearce, sí, el pobre últimamente parecía que no acertaba pero aquí arrastra a todo el mundo con el carisma que porta.
Eso y unas cuantas risas, pero vamos, que tampoco le vamos a pedir más. Que Luc Besson está para entretenernos con sus últimas cintas, bien tras el guion o la producción, así que le haremos caso y no nos pondremos trascendentales.