FICHA TÉCNICA
Director: Alexandre Aja
Guión: Peter Goldfinger y Josh Stolberg
Producción: Alexandre Aja, Mark Canton, Gregory Levasseur y Marc Toberoff
Música: Michael Wandmacher
Fotografía: John R. Leonetti
Montaje: Baxter
Diseño de producción: Clark Hunter
Vestuario: Sanja Milkovic Hays
FICHA ARTÍSTICA
Julie: Elisabeth Shue
Matt Boyd: Richard Dreyfuss
Fallon: Ving Rhames
Sr. Goodman: Christopher Lloyd
Derrick: Jerry O’Connell
Novak: Adam Scott
Jake: Steven R. McQueen
Paula: Dina Meyer
Danni: Kelly Brook
Kelly: Jessica Szohr
Argumento:
Todos los años, el tranquilo municipio de Lake Victoria ve alterada su calma por la fiesta de la primavera, a la que acuden miles de jóvenes de todas partes para disfrutar del sol, el agua… y el alcohol. Pero este año, habrá otro motivo de preocupación aparte de las habituales resacas y las quejas de los vecinos: el terror está a punto de apoderarse del lago. Después de que un temblor subterráneo libere a cientos de pirañas prehistóricas, un dispar grupo de desconocidos deberá unirse para evitar acabar convertidos en la merienda de los nuevos y sanguinarios habitantes del lago.
El remake de Piraña llega ahora en 3D, que para algunas escenas viene bien para meterse un poco más en la casquería que nos presenta el director pero en otras se hace imperceptible. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es que estamos ante una película con tres cosas: chicas en bikini, sangre y humor.
No se nos engaña en ningún momento de que lo que vamos a encontrar es eso, y desde luego cumple promesas. Las escenas de la playa con todos los estudiantes no dejan de ser recreativas a los ojos, con más cantidad de chicas enseñando cacha que ellos, eso sí. Pero es lo que se espera de una película cuyo metraje en parte se desarrolla en el desmelene universitario.
Por otro lado tenemos el toque gore, aportado por las pirañas, bastante feas y con muy mala leche. Descubrimos que realmente se comen a la gente en unos pocos segundos y la escabechina que montan es digna de una película de terror, dejándonos ver carne, vísceras, amputaciones, huesos y lo que haga falta para dejar claro que no estamos ante un film ligero. Sí que es cierto que en ocasiones más que ver, se intuye, y se agradece ese descanso a la vista.
Y para terminar con la otra característica de la película, el humor. Imprescindible el personaje de Christopher Lloyd a lo científico loco y Jerry O’Connell obsesionado con el porno, el sexo y su virilidad. Este último protagoniza uno de los chistes de la película, en esos momentos en los que uno más bien piensa en otras cosas más preocupantes.
Se nota que el director no ha querido hacer terror al uso, sino que la comicidad impregnada en la película hace que sea fácilmente digerible y entretenida de ver, con lo que nos pasa más desapercibida la historia, increible o no y las situaciones que se generan y que pueden llegar a ser previsibles.
No es una película que destaque por un guión muy profundo pero cumple su función de entretener al público y pasar un buen rato con un hilo musical de fondo bastante fiestero, acorde al trasfondo, que se transforma sin que nos demos cuenta en música tensa para generar un poco más de ansiedad en determinadas escenas.
Lo dicho, si queréis pasar un rato distendido y desconectar del mundo, aquí podréis reiros y pasar miedo a partes iguales.
Todos los años, el tranquilo municipio de Lake Victoria ve alterada su calma por la fiesta de la primavera, a la que acuden miles de jóvenes de todas partes para disfrutar del sol, el agua… y el alcohol. Pero este año, habrá otro motivo de preocupación aparte de las habituales resacas y las quejas de los vecinos: el terror está a punto de apoderarse del lago. Después de que un temblor subterráneo libere a cientos de pirañas prehistóricas, un dispar grupo de desconocidos deberá unirse para evitar acabar convertidos en la merienda de los nuevos y sanguinarios habitantes del lago.