En profundidad: Prometheus

FICHA TÉCNICA

Dirección: Ridley Scott

Guion: Jon Spaiths, Damon Lindelof

Música: Marc Streitenfeld

Dirección de fotografía: Dariousz Wolski

Montaje: Pietro Scalia

FICHA ARTÍSTICA

Elizabeth Shaw: Noomi Rapace

David: Michael Fassbender

Meredith Vickers: Charlize Theron

Janek: Idris Elba

Peter Weyland: Guy Pearce

Charlie Holloway: Logan Marshall-Green

Fifield: Sean Harris

Millburn: Rafe Spall

Chance: Emun Elliott

Ravel: Benedict Wong

Argumento:

Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra.

María:

En la mayor parte de las religiones de la Antigüedad el conocimiento – la inteligencia – es una característica divina, un don reservado a los dioses que los hombres tuvieron que robar u obtener de ellos. En el Génesis, Adán y Eva tomaban la fruta prohibida del árbol de la ciencia del bien y del mal; y en la mitología griega el titán Prometeo robaba el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres. Existía pues la creencia de que el conocimiento no era inherente al ser humano, sino un don adquirido de nuestros creadores. Estas suposiciones religiosas han dado cabida a numersas teorías sobre la posibilidad de que la raza humana fuera creada por seres de otros planetas con civilizaciones y tecnologías ultraavanzadas dada la falta de continuidad lógica que existe dentro de la evolución de los especímenes humaniodes, lo que generalmente se conoce como “el eslabón perdido”.

¿Por qué os cuento este rollo? Porque es en este punto en donde comienza Prometheus. Aunque el comienzo promete darnos una de las mejores películas de ciencia ficción que se podrían haber rodado en la historia del cine, aunando filosofía, acción y espectaculares escenarios, lo cierto es que la cinta, aunque magistral en determinados aspectos, se queda en cine de aventuras con trasfondo “alien“. Buen cine de aventuras, pero que resulta insuficiente si tenemos en cuenta el grandioso esfuerzo desde el punto de vista técnico y visual.

Y es que si algo tiene bueno, desde luego, es la estética. Ridley Scott es un maestro en el manejo de las imágenes y la creación de universos, eso es conocido de todos, y desde ese punto de vista, puede que Prometheus sea una de sus obras cumbres, con un diseño, dirección artística y efectos especiales de una belleza que apabulla.

La segunda cosa a destacar es el fantástico reparto, que aunque solvente dentro de las pretensiones finales de la cinta, se le podía haber sacado mucho más partido, ya que los personajes de Noomi Rapace, Michael Fassbender y Charlize Theron son los que llevan el mayor peso y el resto se quedan dibujados a medias. Rapace nos ofrece una visión de una heroína poco convencional, ya que dota a su personaje de una dulzura y sensibilidad que, por comenzar con las comparaciones con Alien, Sigourney Weaver no tenía; a la vez que va desarrollando su lado de “mujer de armas tomar” junto con la trama.

Y como ya he empezado con el tema Alien, sigo por ahí. A pesar de que Scott negó y renegó que Prometheus fuese una precuela de Alien literalmente, el caso es que la relación es mucho mayor de lo que nos hicieron creer. No hace falta ver Alien para entenderla y disfrutarla, pero los fans de la saga se van a volver locos enlazando referencias y atando cabos, lo que puede ser tan divertido como frustrante, ya que no todo termina de encajar.

Para ir terminado, comentar que, personalmente, lo que más rabia y a la vez, esperanza, me ha dado es llegar al final y darme cuenta de que Prometheus sólo es el capítulo introductorio de una historia mucho más densa y larga. Quién sabe, quizás en la segunda parte tenga la película de ci-fi sesuda que estaba esperando con ésta. Para los que seáis felices con una buena cinta de aventuras con los visuales en 3D más bonitos y conseguidos de lo que llevamos de siglo, entonces ésta en vuestra película.

Pilar:

Ya que María os ha puesto en antecedentes, no me voy a extender demasiado con cómo comienza todo en Prometheus. Hay muchas expectativas puestas en esta no película de Alien, tanto como Ridley Scott aseguró durante meses para luego decir con la boca pequeña: vale, tiene que ver con alien.

Pero tranquilos, todos aquellos que no hayan visto la saga no van a perderse en conexiones, guiños, aunque evidentemente para los que sí la hayan visto, se van a perder entre un mar de referencias y elucubraciones, algo que puede a llegar a ser confuso dado que está todo un poco a lo loco y algunas piezas no terminan de encajar del todo.

Visualmente es todo un espectáculo, Scott sabe cómo rodar una película y que te entre por los ojos sin llegar a preocuparte por nada más, y en ese sentido cumple y muy bien, el problema es que algunos personajes se quedan algo olvidados, no sabemos si en detrimento de los tres grandes nombres: Noomi Rapace, Michael Fassvender y Charlize Theron. Pero no hay que olvidar a Idris Elba o a Logan Marshall-Green. En general el reparto funciona, pero claro, te quedas con ganas de más de algunos de ellos, bien por el sentido del humor que gastan o porque están poco desarrollados.

Estamos ante una próxima trilogía, algo que en el fondo decepciona un poco, ya que llegar al final y ver cómo hay más historia para contar, y seguramente bastante interesante, desanima… uno va con la idea de que va a ver una precuela de Alien y sale diciendo: y todavía me queda mínimo otra más, cuando no una trilogía nueva. No creo que sea necesario por la historia en principio, pero el cine hoy en día está hecho para estirarlo al máximo y aprovecharlo.

De todas maneras nos quedamos con un entretenimiento veraniego, que si bien podía haber dado más de sí, al menos nos llevaremos un buen recuerdo en efectos especiales, mundos inventados y grandiosidad estética. El resto esperemos que lo arreglen para la secuela.

(Como toque personal, permitidme que nos tomemos la licencia de poner un cartel mucho más bonito que el oficial que ha salido finalmente para España).