FICHA TÉCNICA
Dirección: David Koepp
Guion: David Koepp, John Kamps
Producción: Gavin Polone
Música: David Sardy
Dirección de fotografía: Mitchell Amundsen
Montaje: Derek Ambrosi, Jill Savitt
FICHA ARTÍSTICA
Wilee: Joseph Gordon-Levitt
Bobby Monday: Michael Shannon
Vanessa: Dania Ramirez
Nima: Jamie Chung
Raj: Aasif Mandvi
Manny: Wolé Parks
Argumento:
Esquivar coches a toda velocidad, taxistas enloquecidos y ocho millones de peatones malhumorados forma parte del día a día de Wilee, el mejor de entre los ágiles y agresivos mensajeros en bicicleta de Nueva York. Hay que ser de una raza especial, con una mezcla de pericia y chifladura, para conducir una fixie – bicicletas súper ligeras, sin cambios ni frenos- arriesgándose a convertirse en una mancha más sobre el pavimento cada vez que se desenvuelven entre el tráfico de la ciudad. Pero un tipo que está acostumbrado a arriesgar su vida continuamente, está a punto de enfrentarse aún a mayores peligros cuando su última entrega del día – un servicio “Premium” rutinario – acaba convirtiéndose en una persecución a vida o muerte a través de las calles de Manhattan.
Sin frenos, el título ya lo dice, si queréis ver ciclistas volar entre coches en Nueva York, y sin chocarse con nadie, todo un logro, aquí tenéis a los mejores mensajeros de la ciudad. El primero de ellos el inconsciente Wilee, que lleva una bici ligera, de piñón fijo y sin frenos porque dice que no valen para nada y que provocan accidentes.
Así, a dos ruedas, iremos conociendo la ciudad, con mapas, recorridos a realizar y hasta recreaciones en 3D de los posibles caminos para evitar choques, quizá ahí falle un poco porque se nota demasiado la digitalización, pero visualizar desde luego todas las opciones del ciclista es un acierto para entender mejor la profesión del protagonista y su mente, tan avispada como rápidas sus piernas.
De fondo, la rebelión del protagonista en pasar de joven a adulto responsable, con traje y trabajo fijo en oficina incluido. Y es que el ser mensajero en bici no es otra cosa que tener esa sensación de libertad y movimiento sin tener que aguantar a un jefe y con una responsabilidad tan sencilla como que un paquete llegue a su hora.
Del reparto, Joseph Gordon-Levitt no tiene problemas en ser un joven inconsciente y en el lado contrario, Michael Shannon y su policía psicótico rozan la locura pero sin llegar a resultar cargante, así que tenemos al villano a la altura. Dania Ramirez y Wolé Parks, están por ahí pero no son demasiado importantes en el fondo y el toque simpático y cómico lo pone Christopher Place, de policía de Nueva York en bici, un especialista y doble de muchísimas películas al que no se le pone cara pero que aquí tiene un personaje al que es inevitable tenerle cariño.
En definitiva, Sin frenos es una cinta entretenida para despejarse de todo y a medio camino entre los taquillazos y los films indie, algo sencillo para una tarde de paseo, andando o en bici.