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En profundidad: Tenemos que hablar de Kevin

Publicado el 16 marzo 2012 por Pilarm

En profundidad: Tenemos que hablar de Kevin

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Lynne Ramsay

Guión: Lynne Ramsay, Rory Kinnear

Producción: Jennifer Fox, Luc Roeg, Robert Salerno

Fotografía: Seamus McGarvey

Montaje: Joe Bini

FICHA ARTÍSTICA:

Eva Khatchadourian: Tilda Swinton

Franklin: John C. Reilly

Kevin (adolescente): Ezra Miller

Kevin (6-8 años): Jasper Newell

Argumento:

El adolescente Kevin está ingresado en prisión tras haber cometido una masacre en su escuela. Su madre, Eva, vive sola en una pequeña casa, tiene dificultades para encontrar trabajo y vive sumida en las consecuencias personales, sociales y emocionales de las acciones de su hijo. Mirando atrás en sus memorias desde que Kevin nació, intenta superar y entender su culpa en lo sucedido.

En profundidad: Tenemos que hablar de Kevin

Cuando salí del cine tras el primer pase de prensa de Tenemos que hablar de Kevin escuché a una de las personas que asistieron conmigo decir un comentario que me voy a permitir reproducir aquí (siento no conocer a esa persona para poder citarla): “la sublimación de la historia del niño cabrón”.

Lynne Ramsay reflexiona sobre el desarrollo de la conducta humana y la personalidad (¿la psicopatía nace o se hace?), y cómo cargamos con la responsabilidad de las acciones que comenten los que llevan nuestra misma sangre.

Tilda Swinton carga sobre sus hombros casi todo el peso de la película en un despliegue espectacular de expresividad – desde la despreocupación y la pasión del primer amor, hasta la depresión profunda por no haber podido evitar lo que ella, en el fondo, preveía.- Ayudada por todos los niños que interpretan a Kevin a lo largo de su vida, pero con especial incapié en el talento a tener en cuenta de Ezra Miller, cuya belleza andrógina y descaro no pasan desapercibidas en ningún momento.

En profundidad: Tenemos que hablar de Kevin

Un drama que huye de los tópicos y los códigos del género gracias a una estilización estética y un ritmo que lo acerca a las películas de terror, aunque este no exista como tal. En resumen, una película refrescante tanto en el enfoque del tema como en la modernidad de su factura.


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