En profundidad: The Trip

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Michael Winterbottom

Productores: Andrew Eaton, Melissa Parmenter

Fotografía: Ben Smithard

Montaje: Mags Arnold, Paul Monaghan

FICHA ARTÍSTICA:

Steve: Steve Coogan

Rob: Rob Brydon

Argumento:

Un hombre es seleccionado por “El Observador” para recorrer los mejores restaurantes del país, lo que le permitiría hacer un estupendo viaje con su novia. Pero, cuando ella lo abandona, no tiene más remedio que conformarse con la compañía de un extravagante amigo.

Con dos años de retraso llega a nuestras pantallas The Trip, la cinta que supone la reunión del director de culto británico Michael Winterbottom y el actor, también de culto y también británico, Steve Coogan. Es difícil medir el impacto que estos dos hombres tuvieron en el mundo con su primera colaboración, aquella 24 Hour Party People de 2002, pero el vuelco que nos supuso esa película a algunos de mi generación es incalculable. Es por eso, que esta reunión es celebrada y más cuando se trata de una cinta tan peculiar, pero tan efectiva.

La premisa de esta película es tan simple como parece, Steve Coogan y Rob Brydon, interpretándose a ellos mismos, se embarcan en un viaje en carretera por el norte de Inglaterra parando en los restaurantes de vanguardia más celebrados de la región. Siendo nada más que lo que es, esta cinta sorprende porque, en una época en la que las películas se apoyan al 90% en el elemento visual, haciendo uso de efectos espectaculares y parafernalias varias, Winterbottom nos presenta una película basada al 90% en el guión, la presencia y el saber hacer de dos grandes actores. Desde el primer guiño a la ya mentada a 24 Hour Party People -los que la hayan visto lo reconocerán en seguida-, ambos actores se lanzan en un diálogo interminable -¡y sin guión!- en el que hablan de todo tipo de temas, desde la familia, las relaciones, el trabajo etc., todo esto intercalado con episodios de humor puro, en los que sobresalen las incesantes imitaciones de actores que van desde Michael Caine hasta Al Pacino.

Un divertido viaje que no os deberíais perder. Eso sí, en ¡versión original obligatoria!