En profundidad: Todos los días de mi vida

FICHA TÉCNICA

Dirección: Michael Sucsy

Guion: Jason Katims, Abby Kohn, Marc Silverstein, Michael Sucsy. Inspirado en hechos reales

Producción: Gary Barber, Roger Birnbaum,Paul Taublieb Música: Michael Brook, Rachel Portman

Dirección de fotografía: Rogier Stoffers

Montaje: Melissa Kent, Nancy Richardson

Diseño de producción: Kalina Ivanov

Vestuario: Alex Kavanagh

FICHA ARTÍSTICA

Paige: Rachel McAdams

Leo: Channing Tatum

Rita: Jessica Lange

Jeremy: Scott Speedman

Bill: Sam Neill

Gwen: Jessica McNamee

Lily: Tatiana Maslany

Kyle: Lucas Bryant

Argumento:

Paige y Leo son un joven matrimonio, locos el uno por el otro que viven una vida plena como artistas en Chicago. Durante una nevada nocturna sufren un accidente de tráfico. Leo sale ileso, pero Paige sufre un traumatismo craneal que borra a su marido de su memoria.

Cuando ésta sale del coma, Leo es para ella un extraño.

De repente, Leo se encuentra en la dolorosa situación de tener que reiniciar la relación que toda su vida había deseado y volver a ganarse el amor de su mujer. Mentalmente Paige regresa a su vida cuando estudiaba derecho cinco años atrás, antes de conocer a Leo y hacerse artista. En un instante, deja de ser la mujer que Leo conocía y encima no recuerda nada de su vida actual. No puede comprender por qué se ha alejado de sus padres, echa de menos su ropa más conservadora y no entiende por qué dejó la universidad y una prometedora carrera de Derecho. Para colmo, Paige cree que aún está comprometida con Jeremy, que todavía la quiere y se muestra reacia a querer a Leo, que lleva una vida menos convencional dedicándose a la música. Incluso le llega a extrañar que alguna vez haya podido amarle.

Cuando comprende que la recuperación de la memoria de Paige es una causa perdida, Leo se enfrenta al gran temor de haber perdido al amor de su vida y a su familia. Se niega a rendirse, decidiendo empezar de cero y cortejar a Paige como si se acabaran de conocer, con la esperanza de que si ya se enamoraron una vez, puedan volver a hacerlo. Un reto que pondrá a prueba su visión del amor, sobre ser fiel a uno mismo y sobre esa parte sagrada de toda ceremonia matrimonial, el voto que la pareja se hace el uno al otro: en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

Una pareja que se quiere mucho muchísimo, con locura… en la que ella se queda sin memoria por un accidente de tráfico, ¿y entonces qué? Pues ahí está el super marido enamorado intentando reconquistarla. Esa premisa tan romántica es lo que nos trae esta película.

Me vais a perdonar pero es que estos amores locos y profundos me parecen demasiado increíbles incluso para un film, si encima le sumamos que aquí lo único que vemos es lucimiento de Tatum y su buena forma y un guión con un giro realmente absurdo para explicar el cambio de vida del personaje de McAdams, hace que todo sea más complicado a la hora de empatizar con los protagonistas.

Los chicos algo de química tienen, al menos por compartir belleza y buena forma física, pero son todos tan perfectos que te saca de la historia. Y encima tener a Sam Neill y Jessica Lange, que deberían ayudar como secundarios, no lo hacen, están desaprovechados totalmente. Como dato curioso, si sois seguidores de la serie de Haven, veréis a un Lucas Bryant irreconocible con ese personajillo moderno que le ha tocado. Tampoco podemos olvidarnos de Scott Speedman, que luce el traje estupendamente y en ocasiones te dan ganas de irte más con él que con el personaje de Leo.

No dudo de que la historia real en la que se basa la cinta sea realmente de admirar o tenga mucha más enjudia que lo que aquí encontramos, que no deja de ser una pastelada y un subidón de azúcar condensados en 1 hora y 40 minutos. Por eso no es recomendable para diabéticos, aunque es perfectamente para esos románticos hasta la médula. Eso sí, con moderación, que tanto azúcar no puede ser bueno, tomen algo salado antes, durante y después.