FICHA TÉCNICA
Dirección: Ana Piterbarg
Guion: Ana Piterbarg
Dirección de Fotografía: Lucio Bonelli
Montaje: Irene Blecua, Alejandro Lázaro
Música: Lucio Godoy, Federico Jusid
Diseño de Producción: Mariela Rípodas
FICHA ARTÍSTICA
Agustin/Pedro: Viggo Mortensen
Claudia: Soledad Villamil
Adrián: Daniel Fanego
Rubén: Javier Godino
Rosa: Sofía Gala Castiglione
Argumento:
Agustín es un hombre desesperado por abandonar lo que para él, después de vivir durante años en Buenos Aires, se ha ido convirtiendo en una existencia frustrante. Tras la muerte de su hermano gemelo, Pedro, Agustín se propone comenzar una nueva vida tomando la identidad de su hermano y regresando a la misteriosa región del Delta, en el Tigre, donde los dos vivieron de pequeños. Sin embargo, poco después de su regreso Agustín se encuentra inadvertidamente envuelto en el peligroso mundo criminal del que su hermano formaba parte.
Todos tenemos un plan, y menos mal, porque si no lo hubiera, todo hubiera ido a peor. Partimos de la base de que Viggo hace un doble papel, el hermano gemelo bueno y aburrido de su vida y el hermano gemelo que tira más a la delincuencia. Y cómo no, hay intercambio de vidas tras la muerte del segundo, así que al buenazo le toca enfrentarse a la vida que llevaba su hermano y aparentar, pero claro, por mucho que ese sea tu plan, te pueden pillar.
El problema básicamente es que la película nos quiere contar algo novedoso, y no lo es en absoluto. Usa mucho la metáfora con las abejas y la simbología de que si la reina no va bien para el panal, hay que cambiarla, pero en este caso el cambio tampoco funciona y la metáfora, en el fondo tampoco, porque no tiene nada que ver la jerarquía animal con el caso que se nos presenta, aquí ni hay reinas ni zánganos.
Todo marcha bastante lentamente, y como estamos en la ribera de un río, al menos eso nos permite disfrutar de vez en cuando de la naturaleza y de algunos paisajes bastante relajantes, pero poco más. El reparto no está nada aprovechado y ni siquiera Viggo puede cargar con todo el peso encima, así que el thriller que se nos presenta se queda flojo y con poca tensión que nos pueda enganchar. Nos deja de importar bastante lo que le ocurra al protagonista y por supuesto al resto de los personajes, que más que pintar parece que pasan por allí y les pilla por en medio toda la historia.
Ya se sabe, lo mejor es siempre tener un buen plan o al menos, un plan B por si el primero falla.