FICHA TÉCNICA:
Dirección: Julie Gavras
Guión: Julie Gavras, Olivier Dazat
Producción: Sylvie Pialat, Bertrand Faivre
Fotografía: Nathalie Durand
Montaje: Pierre Haberer
Dirección artística: David Hindled
FICHA ARTÍSTICA:
Adam: William Hurt
Mary: Isabella Rossellini
Nora: Doreen Mantle
Giulia: Kate Ashfield
James: Aidan McArdle
Maya: Arta Dobroshi
Benjamin: Luke Treadaway
Charlotte: Joanna Lumley
Argumento:
TRES VECES 20 AÑOS es una comedia romántica. Pero Mary y Adam no son la típica pareja de 20 o 30 años; tienen casi 60. Como la mayor parte de las parejas de 60 años del siglo XXI, son muy activos. Y además, lo hacen con estilo. Compaginan hijos, nietos, trabajo y amigos con las penas y alegrías de la vida de casados.
Hasta que un día descubren, con gran sorpresa, que ya han entrado en el colectivo de la tercera edad. Y reaccionan ante esta realidad de forma muy diferente.
La actitud de Adam es tan desesperada como su negación, buscando la fuente de la eterna juventud. Por el contrario, Mary decide encarar la situación haciendo lo que mejor sabe hacer: cuidar de su marido y su familia, pero sus “preparativos para envejecer”, malévolamente cómicos, asustan a su familia y amigos.
El enfrentamiento se hace inevitable y la separación también. Hijos, nietos, padres y amigos intentan reconciliarlos. Pero, ¿no deberían dejar que la vida se encargara de eso?
Tres veces 20 años es una bonita comedia romántica sobre la familia, el paso del tiempo y la aceptación de la madurez. Este tema está cada vez más presente en el cine y no es de extrañar, estamos llegando a un momento en que la juventud se ha alargado más de una década y no se sabe muy bien cuando llega la verdadera vejez.
William Hurt e Isabella Rossellini interpretan a una pareja que está a punto de llegar a los 60 años y de golpe y porrazo se dan cuenta de que aunque se sienten jóvenes y tienen ganas de hacer cosas, la sociedad ya no los mira como antes. Las maneras contrapuestas de afrontar esta situación que adoptan ambos personajes es lo que desencadena la trama.
En esta cinta nos encontramos a una directora francesa rodando en Londres una historia sobre una familia multicultural. Obviamente, todo esto repercute en el tono y el ritmo de la película.
Aunque está claro que Julie Gavras quería hacer un homenaje al país que ha dado los mejores ejemplos del género de los últimos 20 años, lo cierto es que su contención en ciertos momentos le resta efecto al conjunto. Por ejemplo, aunque la pareja protagonista es perfectamente creíble a la vez que entrañable, la mayor parte de los secundarios se quedan cortos. Y ya que en este género es con estos personajes con los que te puedes soltar la melena y darles algo más de histrionismo para acentuar el toque cómico, es una pena que los variopintos hermanos, la amiga ultrafeminista o la madre italiana sólo tengan pequeños momentos de humor brillante.
En general la cinta respira y se lleva bien, aunque su contención nos haya privado de algunos momentos que podrían haber sido para el recuerdo como los que nos dejaron cintas como Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill o Love Actually.