FICHA TÉCNICA
Dirección: Todd Phillips
Guión: Craig Mazin, Scot Armstrong, Todd Phillips
Producción: Todd Phillips, Dan Goldberg
Co-producción: David A. Siegel, Jeffrey Wetzel
Producción ejecutiva: Thomas Tull, Scott Budnik, Chris Bender, J.C. Spink
Basado en los personajes creados por John Lucas y Scott Moore
Dirección de fotografía: Lawrence Sher
Diseño de producción: Bill Brzeski
Edición: Debra Neil-Fisher, Mike Sale
Música: Christophe Beck
FICHA ARTÍSTICA
Phil: Bradley Cooper
Stu: Ed Helms
Alan: Zach Galifianakis
Doug: Justin Bartha
Mr. Chow: Ken Jeong
Kingsley: Paul Giamatti
Mike Tyson
Sid Garner: Jeffrey Tambor
Teddy: Mason Lee
Lauren: Jaime Chung
Tracy: Sasha Barrese
Stephanie: Gillian Vigman
Argumento
Phil, Stu, Alan y Doug viajan a la exótica Tailandia para la boda de Stu. Con el recuerdo de la desastrosa despedida de soltero en Las Vegas aún vivo en su memoria – o al menos bien documentado -, Stu no deja nada al azar. Ha optado por un brunch preboda seguro y tranquilo con tortitas, café, y sin alcohol… Sin embargo, las cosas no siempre salen como se piensa.
Dos noches antes del gran día, en un fabuloso resort de Tailandia, Stu cede. Una cerveza para cada uno. En botellas cerradas, ¿qué podría pasar?
Lo que ocurre en Las Vegas se queda en Las Vegas, pero lo que ocurre en Bangkok resulta difícil de imaginar.
Lo primero al comenzar es el presente, un Nos ha vuelto a pasar, a partir de ahí, un continuo flashback para saber qué es lo que ha ocurrido esta vez en la despedida de soltero de Stu.
En ese momento es como si volvieramos a ver Resacón en Las Vegas, pero en otro país. Situaciones absurdas, alocadas, carreras para recuperar a Teddy, el hermano de la novia al cual han perdido. Una memoria que se va construyendo poco a poco, con un tiempo limitado de dos días.
Alan sigue siendo el liante principal, además de su lado infantil; Stu es el que más se desmadra, como él mismo dice, tiene un lado oscuro, el Diablo dentro y Phil… bueno, el más sensato de los tres y el que luce más debido a su aspecto físico.
La única novedad es el mono, que como bien dicen en la película, a todo el mundo le hace gracia un mono, da igual si se habla el mismo idioma o no, sus actos se entienden.
Por lo demás, nos encontramos con personajes sorprendentes, como ese mafioso encarnado por Paul Giamatti, el propio Chow, que repite; un monje budista… que sumado a la serie de chistes fáciles, escatológicos y tonterías, hacen que esta segunda parte de Resacón sea igual que la anterior con pocas novedades.
Momento hilarante el de Alan recordando lo que ocurrió por la noche en plan visión. Y cómo no, no se vayan con los créditos finales porque sino se perderán las fotos para el recuerdo/olvido de esa noche, que no deberían ver la luz porque resuelve algunas de las situaciones que vivieron.
Entretenida y con risas aseguradas si te gustó la primera, no deja de ser una película para desconectar totalmente.