CENICIENTA. Encanta a los niños pero a los padres también
La moda de Hollywood de dar vida a los personajes animados de Disney ha llegado hasta la historia de 'Cenicienta', una historia que todos conocemos y que ha pasado de generación en generación, aun siendo la película de animación, nada mas y nada menos, del año 1950.
Kenneth Branagh es el encargado de dar vida a cenicienta y al príncipe, eligiendo para ello a una actriz ciertamente desconocida, Lily James, y a Richard Madden de sobras conocido por su papel en 'Juego de Tronos'. ¿Fue acertada su elección? Es evidente que convencer a todo el público es imposible, cada espectador imagina a sus personajes de infancia a su manera.
Si esperas una cinta con magia, mucha magia, quedarás decepcionado... sin duda.
Sin grandes expectativas y esperanzas, pero con cierta curiosidad, decidí ver 'Cenicienta' en carne y hueso y en pantalla grande. Había visto algún que otro trailer y la verdad es que no pintaba demasiado bien. Tanto la mirada de ella como la mirada de él no me habían cautivado para nada, y la falta de química entre ellos era evidente, viendo solo algunas imágenes.
Este tipo de adaptaciones son complicadas y objeto de muchas críticas, pero es normal, al final es inevitable compararlas con la historia original, y hay que tener cuidado con tomarse algunas licencias en su interpretación. En este sentido, creo que Kenneth se equivoca, pues hay una serie de aspectos en los que no veo identificada la historia, como por ejemplo: la madrastra y las hermanastras son feas, pero que muy feas, y en esta película no lo son. La madrastra es interpretada por la bella Cate Blanchett.
Creo que también es muy complejo trasladar la forma de ser de 'Cenicienta' y del príncipe a la vida real, y creo que aquí vuelve a equivocarse Kenneth, pues se pasa con la ñoñería y estupidez de Cenicienta, quedando incluso forzado la forma de actuar tanto de ella como del príncipe. Hay frases que se dicen el uno al otro que quedan en ocasiones ridículas.
Otro aspecto que tampoco creo que haya sido acertado es el desarrollo de la trama, ya que la cinta se centra demasiado en partes de la historia que son aburridas y las alarga excesivamente. Hubiese sido mucho más divertida si se hubiese centrado en otras partes como: la confección del vestido con ayuda de sus amigos animales, las canciones que se cantan en la cinta original, etc. Esa es otra, ¿Donde están las canciones? Solo se escucha cantar una canción a Cenicienta, y no me sonaba de nada la verdad.
Por otro lado, debo destacar la acertada fotografía, visualmente llama mucho la atención, los colores son muy llamativos, y eso desde luego atrae la atención de los niños. Los ojos azules del príncipe azul me hicieron gracia, aunque hubiese ciertas escenas en las que inexplicablemente ese color brillante desaparecía de sus ojos.Entre el pantalón del príncipe que marcaba más de lo que debería, y los vestidos de Cenicienta que mostraban sus atributos también de forma generosa, parecía que el director quería alegrar la vista a las madres y los padres que acompañaban a sus hijos al cine.
Sin duda la mejor parte es cuando aparece la hada madrina, interpretada por la graciosa Helena Bonham Carter, y convierte a los animales en humanos. Me pareció una escena muy divertida y bien desarrollada. Es la única escena que te hace recordar la versión original.
Os recomiendo que la veáis si tenéis curiosidad por ver en carne y hueso a los personajes del clásico cuento, pero no esperéis llevaros una sorpresa con la cinta. Como os decía al principio, le falta la magia característica de la película de animación de los años 50. Tendremos que esperar a la versión de 'La Bella y la Bestia', quizás esta sea más acertada y nos llevemos una sorpresa.