STILL ALICE (Siempre Alice)
Alice (Julianne Moore) es profesora de universidad y una de las más importantes lingüistas de su país, es madre de familia, tiene un marido muy volcado en su trabajo como investigador y tres hijos, a cada cual más diferente, ya con sus vidas más o menos resueltas. Su vida cambia radicalmente un día en el que tras ciertos fallos de memoria decide ir al médico para ser evaluada. El diagnostico no puede ser peor, signos de Alzheimer prematuro, pues Alice es muy joven para desarrollar la enfermedad. Una de las enfermedades mas duras que existe para una persona y sus familiares...
Se nos plantea una historia de gran dureza, una historia que girará en torno a Alice, como se siente, como evoluciona su enfermedad, y sus temores a perder lo que realmente es. Al final nuestra forma de ser se forja gracias o por culpa de lo que hemos vivido y por las personas que hemos conocido, si todo eso lo olvidamos, ¿quienes somos? ¿en que nos convertimos?
Richard Glatzer y Wash Westmoreland son los directores de este drama que os tocará vuestra fibra más sensible y logrará con bastante seguridad que soltéis algunas lagrimillas, como fue en mi caso. El solitario trabajo realizado por Julianne Moore es impresionante, consigue mostrar a la perfección la evolución de la enfermedad, desde sus inicios hasta un final nada esperanzador. Trabajo que no se ve acompañado por ninguno de los actores secundarios: Alec Baldwin (Pearl Harbor) como esposo, Kristen Stewart (Crepúsculo), Kate Bosworth (El protector) y Hunter Parrish como hijos. Se hace evidente el deseo de los directores por hacerla brillar y darle todo el protagonismo, y por ello, todo el sufrimiento de los hijos y del marido se ve tenuamente diluido en el ajetreo de sus vidas, y salvo dos o tres ocasiones no se puede apreciar su dolor. Es más, se hacen poco creíbles determinadas acciones o reacciones de su esposo, que no quiero desvelaros, pero que entenderéis cuando la veáis.
Drama muy recomendado que os dejará algo tocados (y es posible que hundidos), pero que merece la pena hacer el esfuerzo de visionarlo, pues su protagonista, Julianne Moore, esta realmente espectacular. Recuerdo una escena en la que se encuentra en la cama con su marido, y le empieza a gritar para que comprenda lo que le está contando. Otro momento muy emotivo es el discurso que da sobre la enfermedad en una asociación. El corazón en un puño.
El guión está basado en la novela de Lisa Genova.