Si trabajas como autónomo o tienes una pequeña empresa, seguro que te has encontrado en la desagradable situación de tener que esperar durante mucho tiempo a cobrar una factura. Si es así y nunca has oído hablar del factoring, te aseguramos que este artículo te interesa mucho. El factoring público es una forma de financiación que ayuda a las empresas a mejorar su liquidez y que de esta forma puedan seguir con su actividad normal. En la actualidad, hay muchas empresas que ofrecen servicios de factoring online, por lo que cualquier autónomo o pequeño empresario lo tiene hoy en día mucho más fácil que nunca para conseguir financiación. Entre las empresas de factoring con presencia online, una de las más fiables es DGF.
¿Qué es el factoring público?
Como ya hemos dicho anteriormente, es un método de financión que funciona de la siguiente forma: la empresa que requiere del servicio de factoring traspasa las facturas que tiene pendiente de cobro a una empresa de cobro y es esta empresa de cobro la que se encarga a partir de ese momento de anticipar la mayor parte (alrededor del 70 - 80%) de la cuantía pendiente en la factura y de gestionar el cobro de la misma por parte de la Administración pública. Una vez la empresa de cobro consigue que la Administración pública pague la factura, procederá a darle el resto del importe a la empresa que contrató sus servicios, restando una pequeña cantidad por intereses y gastos de gestión.
Este es una buena estrategia, ya que los pagos de los organismos públicos se suelen demorar demasiado, tanto que en ocasiones tardan hasta 75 días en pagar una factura. Usando los servicios de empresas de factoring, no tendrás que esperar al vencimiento de tus facturas, conseguirás liquidez de forma mucho más rápida y las arcas de tu empresa no se verán perjudicadas.
Existen tres actores en este tipo de servicio: la empresa que necesita cobrar la factura recibe el nombre de "cedente", mientras que la empresa que debe pagar la factura (en este caso, la Administración pública) pasa a llamarse "deudor". Por su parte, la empresa de factoring que se dedica a gestionar el cobro de la factura se conoce como "factor".
Diferentes tipos de factoring: factoring sin recurso y factoring con recursoExisten dos tipos de factoring diferentes, el factoring sin recurso y el factoring con recurso.
Factoring sin recurso: el factor asume el riesgo en el caso de que el deudor no pague la factura. Es decir, el cedente recibirá el servicio del factor y cobrará una gran parte de sus facturas y el factor no podrá reclamar el dinero de vuelta si la gestión de cobro resulta en impago.
Factoring con recurso: en este caso el factor no asume el riesgo en caso de que el deudor no proceda al pago. Es decir, que en este caso, el factor sí que podrá recurrir y pedirle al cedente que le devuelva el dinero que le anticipó cuando contrató sus servicios.