El concepto de lawfare hace referencia al uso de procesos legales para inmovilizar políticamente o destituir a quienes ocupan cargos públicos en un país. La palabra combina los términos law (‘ley’, ‘derecho’) y warfare (‘guerra’, ‘conflicto’), y se traduce del inglés como ‘guerra jurídica’. Consiste en usar el sistema judicial de un país con fines partidistas, contrarios a la separación y la independencia de poderes y de las provisiones del Estado de derecho. En definitiva, es el arma política de tratar esas mismas cuestiones por vía judicial. Entre las tácticas más habituales del lawfare están la manipulación del sistema legal para abrir procesos sin pruebas, influir y sembrar confusión entre la opinión pública, o bloquear los intentos de los implicados para recurrir las acusaciones y defender sus derechos.
El objetivo de la guerra jurídica es desprestigiar y desacreditar a una autoridad política, bien para evitar que se presente a futuras elecciones o para retirarla de la vida política. Las redes sociales y los medios de comunicación juegan un papel importante en la divulgación de información vinculada a guerras jurídicas, pues afectan a la opinión que el público se forma de quien está siendo víctima. Se ha comparado el lawfare con un golpe de Estado “blando”, llamado así porque no es violento. Sin embargo, el fin de un golpe es tomar el poder de manera ilegal, mientras que en una guerra jurídica se pretende deponer a la persona precisamente con procesos legales.
Guerras jurídicas en Latinoamérica
Las guerras jurídicas han sido habituales en América Latina durante la última década. En 2016, la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue condenada en un impeachment o juicio político por manipular los presupuestos del Estado. Un año después, la expresidenta y entonces senadora argentina Cristina Fernández de Kirchner vio la apertura de múltiples causas judiciales en su contra, la mayoría por corrupción, en un proceso legal que todavía continúa.
En Colombia en 2018 se emitieron órdenes de captura internacional contra el exjefe de las FARC y luego disidente, Jesús Santrich, por narcotráfico, pero un año después quedó en libertad por falta de pruebas. Por su parte, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, fue condenado por un delito de corrupción también en 2018 y después sería inhabilitado para ocupar cargos públicos. Ya en 2021, la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ingresó en la cárcel acusada de corrupción, conspiración y sedición por haber participado en el golpe de Estado que derrocó en 2019 al entonces presidente Evo Morales.
Sergio Moro, el héroe corrupto del Lava Jato
Ahora bien, quizá el caso más sonado de guerra jurídica es el del expresidente de Brasil Lula da Silva. En 2018 fue acusado y condenado por aceptar sobornos, corrupción y blanqueo de capitales mientras estaba en el poder, pero un juez de la Corte Suprema anuló las sentencias en 2021 por considerar que tanto la fiscalía como el juez no habían actuado de manera imparcial. El expresidente, de regreso a la política, no ha dejado de ser una figura querida en el país; de hecho, las encuestas de intención de voto le dan como ganador en 2022 frente al actual presidente Jair Bolsonaro.
El opositor ruso Alexéi Navalni, otro ejemplo del lawfare
Fuera de la región latinoamericana, otro caso llamativo de lawfare ha sido el del opositor ruso Alexéi Navalni, quien lleva años acusando de corrupción al Gobierno de Vladímir Putin. Navalni sobrevivió a un envenenamiento en agosto de 2020, que le provocó un coma y por el que pasó cinco meses en un hospital de Alemania. El intento de asesinato se atribuyó al GRU, el servicio de inteligencia militar ruso, y tan pronto Navalni regresó a Rusia en enero de 2021 fue detenido en el aeropuerto y puesto a disposición judicial. Se le arrestó por haberse saltado su sentencia condicional por supuesta malversación de fondos, al no presentarse ante el servicio penitenciario ruso en diciembre, mientras se recuperaba del coma en Alemania, y hasta la fecha sigue encarcelado.
¿En qué consiste el <em>lawfare</em>, la guerra jurídica usada con fines partidistas? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.