Una de las variantes de los anticonceptivos orales femeninos tradicionales es la conocida como mini píldora. Se trata de una píldora que se distingue de las que se han usado hasta ahora porque solo tienen una hormona, la progestina, en lugar de las dos habituales.
La acción de la mini píldora se centra en aumentar el moco cervical (para bloquear la entrada del esperma en el cuello uterino), en impedir la ovulación y en evitar la implantación del embarazo al causar cambios en el revestimiento del útero.
La mini píldora es el método anticonceptivo ideal para las mujeres que no pueden tomar estrógenos y que no quieren usar anticonceptivos inyectables. Únicamente está restringida para aquellas pacientes que padecen una enfermedad hepática, cáncer o sangrado vaginal inexplicable. Algunos de sus efectos secundarios son el sangrado irregular y los cambios de humor. En cambio no presenta en tan alto grado los más habituales en las píldoras combinadas, como náuseas, dolor de cabeza, cambios en la presión sanguínea, y depresión.
La mini píldora, a diferencia de las tradicionales que se administran durante 21 días al mes, debe tomarse cada día sin falta y sin dejar la última semana libre. Además es muy importante que se tome a la misma hora para evitar el riesgo de embarazo. No se puede obviar tampoco que actúa espesando el moco cervical y este proceso tarda unas cuatro horas en tener efecto. Por consiguiente, lo mejor es tomarla justo este tiempo antes de tener relaciones sexuales.