¿En qué consiste la neuritis óptica?

El término neuritis óptica se corresponde con una inflamación del nervio óptico que causa una disminución de la visión del ojo afectado de forma totalmente repentina. Pese a los estudios realizados se desconoce las causas concretas de este problema ocular.

Lo que si se conoce es como se llega a tener una neuritis óptica: el nervio que une el ojo con el cerebro se inflama de golpe y lesiona la mielina que rodea cada fibra nerviosa haciendo que se hinche el nervio. Esta inflamación inicial se puede producir por enfermedades autoinmunitarias, infecciones, esclerosis múltiple, ingestión de drogas o deficiencia de vitamina B12.

Los síntomas de la inflamación del nervio óptico son la pérdida de visión del ojo afectado en muy pocas horas, dolor al mover el ojo, pérdida de la visión cromática y reacciones diferentes de la pupila al enfrentarse a la luz  brillante. Cuando un paciente los sufre debe acudir a un especialista para que le realice las pruebas médicas necesarias para excluir cualquier otro tipo de enfermedad. De esta manera el oftalmólogo le realizará un examen de la visión cromática, otro de agudeza visual, una oftalmoscopia indirecta y, si lo considera  necesario, una resonancia magnética del cerebro.

Los afectados por una inflamación del nervio óptico acostumbran a recobrar su capacidad visual normal en dos o tres semanas sin la  administración de ningún tratamiento, aunque los corticosteroides pueden acelerar el proceso de recuperación. El pronóstico para aquellos pacientes que sufren una neuritis óptica sin estar asociada a una enfermedad previa como la esclerosis múltiple es muy bueno, no así para los que padecen este tipo de dolencias, aunque esto no tiene que significar ni mucho menos  la pérdida total de visión de ese ojo.

Se calcula que un 20 por ciento de los que sufren por primera vez una inflamación del nervio óptico desarrollará otra inflamación de la mielina en otros sitios de su cuerpo o acabará desarrollando una esclerosis múltiple.