Existen diferentes tipos de fallos que puede sufrir un disco; electrónico, lógico o físico, cada uno de los cuales presenta diferentes dificultades para la recuperación de dichos datos.
En el caso de fallos electrónicos, los daños los sufren la PCB o el Firmware. El 99,9% de los discos con este tipo de fallo se pueden recuperar, ya que ni el disco ni las cabezas están dañados. Para salvar la información, hay que estabilizar o reparar de forma temporal la PCB para poder recuperar los datos.
En caso de que el fallo sea lógico (borrado de datos accidental, formateo del disco etc.), los datos almacenados son inaccesibles, aunque los componentes del disco funcionen perfectamente. La recuperación de estos discos suele ser exitosa en más del 95% de los casos.
Se pierde la estructura de los datos y para recuperarlos hay que realizar un escaneo del disco con herramientas especializadas. No se recomienda que tras un fallo lógico se intente recuperar la información desde casa, sino que se recurra a un equipo profesional como Quilare, que cuente con el material necesario para proceder al tratamiento del disco.
“Existen muchos programas gratuitos para recuperar datos de dispositivos dañados, pero ninguno de ellos garantiza la recuperación”, señala Alberto Larios, CEO de Quilare, empresa de recuperación de datos. “Desde Quilare recomendamos que se contrate a profesionales para recuperar los archivos, sobre todo si son de valor ya que las herramientas gratuitas pueden reescribir los archivos y perder para siempre los datos”.
El fallo físico del disco (caída, rotura, pérdida de energía) es el más complicado a la hora de recuperar datos, ya que se necesita un disco donante para poder sustituir las piezas dañadas.
Si el fallo del disco no es físico se puede recuperar toda la información, aunque no hay una garantía del 100% ya que el diagnóstico del dispositivo aporta información que no era conocida.
“No podemos asegurar cual es la posibilidad de recuperar los datos de un disco duro dañado hasta que no llega el disco al laboratorio y hacemos un primer diagnóstico”, apunta Larios.
A su vez, el tiempo es un factor fundamental a la hora de recuperar un archivo borrado. Cuanto antes llegue el disco al laboratorio para su diagnóstico y recuperación, mayor serán las probabilidades de éxito.