Esta mañana, al leer la primera página de la edición digital del NY Times, he escrito a vuelapluma una entrada en el blog "Repensar la comunicación". Por si interesa, este es el comienzo:
Ya sé que lo que sigue no es políticamente correcto. Y sé que -por hábito más o menos impuesto en los lectores y ciudadanos por presión ideológica mediática- lo que se lleva en un asunto como éste es mirar para otro lado y callar, sin más. O callar, e incluso alegrarse con la “valentía” del periódico.
El caso es que -como puede verse- en primera página, primera línea zona central, del NY Times de hoy, figura una fotografía y el correspondiente enlace al artículo de corresponsal, mostrando como arriesgada y heroica la acción de unos cuantos -al menos, cinco- enmascarados que parecen favorables al aborto, en Chile, donde la ley no lo permite.
Me pregunto, simplemente, acerca de la postura profesional claramente torticera (es decir, según el Drae, “injusta, o que no se arregla a las leyes o a la razón”) del diario para hacer eso que hace.
Ya sé que el NY Times está a favor del aborto. Pero lo que me hace degradar una vez más el nivel de ecuanimidad informativa y de credibilidad periodística atribuible a ese diario en estos asuntos -y por tanto, aunque no lo quiera, en tantos otros- es pensar, simplemente, por ejemplo, en si haría algo semejante en otros casos, como periódico que quiere ser y ser visto como ejemplo transparente, ecuánime y creíble en su servicio profesional a la sociedad.
(...)
Sigue aquí.