El Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC, planteó la necesidad de que se difunda el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre el trabajo decente para las trabajadoras domésticas.
En un coloquio que contó con la presencia del Ministro de Trabajo, Max Puig, el rector del INTEC, Miguel J. Escala; Lourdes Contreras, directora del CEG-INTEC, afirmó que “es pertinente realizar esfuerzos para profundizar y debatir sobre las nuevas disposiciones en beneficio de las trabajadoras dominicanas”.
Durante la actividad, parte de la IV Ronda de la Maestría en Género y Desarrollo, Puig explicó que se estima que en el país hay unos 250,000 trabajadores domésticos de los cuales unas 230,000 son mujeres. El ministerio estima que a través la afiliación de estos trabajadores la cobertura de la Seguro Familiar de Salud aumentaría de manera significativa. En la actualidad el sistema cubre unos 4 millones 300 personas, poco más de 46% de la población dominicana.
En la actividad participaron además María de la Cruz Mercedes, representante local de Trabajo y delegada gubernamental en la Conferencia de OIT para el Convenio; Gladys Peńa, presidente de la Federación Nacional de Trabajadoras de Hogar (FENATROHOGAR) y de ASOMUCI, y Victoria García, presidenta de la Asociación de Trabajadoras de Hogar (ATH). Participaron estudiantes, docentes, investigadoras e investigadores sociales, representantes del Ministerio de la Mujer, participantes y egresadas de la maestría de Género y Desarrollo y público en general.
La significativa contribución de millones de trabajadores y trabajadoras domésticas a la economía mundial ha sido reconocida por el Sistema de las Naciones Unidas mediante la aprobación del Convenio y las Recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su 100Ş. Conferencia celebrada en Ginebra, Suiza, en junio pasado. Estas disposiciones ordenan que el trabajo doméstico tenga el mismo reconocimiento que cualquier otro tipo de trabajo remunerado, y que por tanto merece ser favorecido con normativas similares a las de cualquier otro tipo de trabajo remunerado.
Un aspecto fundamental emanado de la Conferencia de la OIT lo constituye el que los trabajadores y trabajadoras domésticas sean informadas sobre sus condiciones de empleo mediante contratos escritos e incluyan en toda la información relacionada con los períodos, condiciones de contratación, tipo de trabajo, remuneración, periodicidad de los pagos, horas regulares de trabajo y compensación de horas extraordinarias, vacaciones anuales pagadas y períodos de descanso diarios y semanales, que deberán ser de al menos 24 horas consecutivas. Además, el suministro de alimentos y alojamiento, condiciones dignas de repatriación, cuando proceda, condiciones sobre la terminación de la relación de trabajo, incluyendo plazo de preaviso y cálculo de las prestaciones correspondientes.
El Convenio establece, asimismo, el beneficio de un salario mínimo, y que la remuneración se establezca sin discriminación por motivo de sexo, así como que los períodos durante los cuales los trabajadores y trabajadoras domésticas no disponen libremente de su tiempo y permanecen a disposición del hogar para responder a posibles requerimientos de sus servicios deberán considerarse como horas de trabajo.
En el coloquio se destacó la necesidad de que el Convenio impacte en las condiciones de vida y trabajo de las mujeres que se dedican a esta actividad en el país, que en estos momentos se eleva a 230 mil. Para ello se requiere la revisión de las leyes internas que regulan este tipo de trabajo, que restringen derechos universales reconocidos a otros trabajadores y trabajadoras y que busca superar las nuevas normativas de la OIT.
Fuente
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure