Así estaba la Plaza de la Constitución de Salamanca alrededor de las 19:15 horas.Fotografías de Héctor Toledo.
La lluvia que caía a las cinco de la tarde, hora a la que fue convocada en la Gran Vía la acampada en Salamanca, no echó para atrás a aquellos que quisieron mostrar su descontento el pasado martes 17 de mayo y en lo referente al desalojo de los acampados la madrugada del lunes en la Plaza del Sol, en Madrid.
A un clic os contamos un poco más gracias a la información proporcionada por Héctor Toledo, que estuvo por allí en diferentes horas a lo largo de la jornada, con la que hemos podido realizar este escrito.
La participación varió desde las 50 personas aproximadas que había al comienzo, subiendo luego al doble sobre las 19:30 y alcanzado las casi 200 dos horas más tarde, para quedarse en apenas el centenar a partir de las 23, momento en el que se disponían a acampar para pasar la noche. Eso sí, todo ello en rotaciones de gente. Los que iban, los que venían y se paraban un rato por allí. Las estimaciones de Héctor Toledo afirman, si bien a ojo, que pudieron llegar a pasar a lo largo de la tarde casi medio millar.
En lo referente a la Policía Nacional el ambiente fue relajado al respecto. Hicieron acto de presencia desde primera hora, pero no hubo ningún incidente que lamentar. Los asistentes se mantenían en grupos de no más de 15 personas, de acuerdo con lo que les informaban sobre la legislación que podía dar al traste con la reunión si superaban ese número. Salvo que se produzcan altercados no hay orden de sacar a la gente de la Plaza de la Constitución.
Imagen tomada también pasadas las siete de la tarde.
Se organizaron desde un principio: estaban ahí para hacer acampada y había que jerarquizar un poco. Uno para atender a los medios, otro para las compras de víveres (una colecta para comprar comida y bebida), el que informa a la gente de las normas: nada de alcohol ni drogas ni armas, no superar la quincena conjunta y estar separados por un par de metros... No faltaba quien, en plena época de estudio, se plantó ahí con sus apuntes, dispuestos a perder el menor tiempo posible e invertirlo en su futuro (en Twitter se quejaban de las acusaciones hacia la generación “ni-ni” mientras había estudiantes repasando a la vez que manifestándose).
A las 23 horas.
A pesar de no situarse una cabeza visible de todo, ha habido una organización total desde el principio, el ejemplo claro de que la gente se lo está tomando en serio. Están hartos de las gestiones políticas y quieren hacerse oír. En ningún momento ninguna referencia política al respecto, ni hacia las extremas izquierdas ni derechas.
También a las once de la noche.
Y se preparaban para pernoctar. Aquí, al contrario que en Valladolid (donde tendrá lugar hoy a falta del papeleo), sin los permisos necesarios para ello, siendo cada uno responsable de si mismo ante la posibilidad de desalojo.
Desde Twitter han publicado que el número de personas que finalmente han hecho noche ronda las 40. A través de esa red informamos ayer en directo de la asamblea en Valladolid (@ladymaje) y, en menor medida, de la de Salamanca gracias a las informaciones que nos hacía llegar Héctor Toledo, a quien agradecemos habernos mantenido informados a lo largo de la pasada tarde.