Revista Opinión

En Soledad y Silencio

Publicado el 23 diciembre 2017 por Carlosgu82

En soledad y silencio

En soledad y silencio aprendí a pensar con mayor claridad sobre mis proyectos, metas y la manera de poner las cosas en orden.

En soledad y silencio sentí como la serenidad me ayudaba a aceptar las cosas que no podía cambiar.

En soledad y silencio planifiqué mis objetivos a profundidad, de tal manera que todo quedó en su lugar sólo a la espera de la acción.

En soledad y silencio logré escuchar mis más profundos y sinceros pensamientos, llegando así a conocerme de verdad y saber realmente qué era aquello que quería, que soñaba y que me apasionaba.

En soledad y silencio comprendí a cabalidad los textos y libros que leí a través de los años.

En soledad y silencio reflexioné mejor las enseñanzas de las películas que vi y pude sacar mayor provecho de ello.

En soledad y silencio pensé en mis peores errores cometidos y lo que pude haber hecho para evitarlos; aprendiendo de ellos para no caer nuevamente.

En soledad y silencio recordé a mis padres muchas veces; sobre todo sus enseñanzas y el gran amor que me tenían, llegando así a entenderlos mejor, apreciarlos y amarlos por lo que eran y no por lo que yo quería que fuesen.

En soledad y silencio noté que mis hijos aprendían de mis acciones, no de mis palabras y que tendían a imitarme, no a obedecer mis órdenes.

En soledad y silencio me di cuenta que debía poner mi corazón en todo aquello que hiciera, porque este sería mi mejor sello de calidad; y con ello, sería recordado mi nombre.

En soledad y silencio supe cuál era mi identidad verdadera, analizando cada una de mis cualidades y también defectos que me hacían único.

En soledad y silencio hablé con Dios y Él me demostró que existía realmente; dándome el calor espiritual que sólo Él puede dar.

En soledad y silencio me percaté de que la perfección de Dios residía en que nos hizo a todos los seres humanos únicos, irrepetibles y con una parte de Él.

En soledad y silencio comprendí que nuestra mente es la herramienta más poderosa que Dios nos ha dado, porque con ella podemos crear algo de la nada y hacer posible aquello que llaman imposible.

En soledad y silencio pude escribir estas palabras con serenidad en mi alma, pensando que alguien podía leerlo y darse la oportunidad de estar alguna vez en su vida en esta circunstancia para poder: aprender, sentir,planificar,lograr, comprender,reflexionar, pensar, recordar, notar, saber, hablar con Dios o simplemente percatarse de algo que merece nuestra atención.

Y tú,¿Alguna vez haz estado en soledad y silencio?


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