Bueno, pues ya han llegado las vacaciones. Durante el mes de agosto, y coincidiendo con una bajada general de la actividad, voy a dejar de publicar.
Además, y dado a que el año pasado aprendí bien la lección, he planificado detalladamente todo lo que haré, que más o menos es: permitirme no hacer NADA.
Lo que tenga que fluir fluirá si encuentra las condiciones adecuadas y es que descansar también es muy importante. Parar, desconectar, dejar que nuestro cerebro viaje libremente, sin ningún tipo de presión, es un buen ejercicio para reafirmarnos en nuestra visión. Es un ejercicio que cuesta mucho de hacer en periodo lectivo, pues hagámoslo, o dejemos que se haga (hasta cierto punto puede ser un proceso inconsciente), durante estos días.
Llenar los días de vacaciones con mil tareas, ni que sean de ocio, es un mal negocio. Por un lado, es difícil que lo podamos hacer todo, y no conseguiremos evitar sentirnos defraudados, por el otro, pondremos límites a nuestro cerebro para fluir libremente.
Nos vemos en setiembre, ¡con más y mejor!
Buen verano a todos.
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