Revista Cine
Los años de guerra brutal en nombre de Dios han despojado a Behmen (Nicolas Cage) de todo gusto por el derramamiento de sangre y de su lealtad a la Iglesia. Esperando con ansia una jubilación tranquila, Behmen y su camarada de armas Felson (Ron Perlman) se quedan totalmente perplejos al encontrar una patria desierta, sin saber que Europa ha sido diezmada por la peste bubónica.Mientras buscan alimentos y suministros en el Palacio de Marburgo, los dos caballeros son aprehendidos y llamados ante el Cardenal local (Christopher Lee) para explicar su regreso no programado desde Oriente. El Cardenal moribundo les amenaza con pena de prisión por desertar, a menos que acepten llevar a cabo una peligrosa misión. En el calabozo del Cardenal se encuentran a una joven (Claire Foy) acusada de ser una bruja que trae la peste. Sólo podrán ser redimidos si deciden acompañar a la joven a una abadía distante donde será juzgada.El brutal maltrato al que es sometida la joven en prisión y la impotencia de ella ante las acusaciones de los funcionarios de la Iglesia conmueven a Behman. Convencido de que ella es simplemente un conveniente chivo expiatorio y temiendo que será condenada sin un juicio justo, decide escoltarla en el traicionero viaje.Además de su leal compañero Felson, estará acompañado por un estafador viajero que conoce muy bien la región (Stephen Graham), un joven ansioso que aspira ser nombrado caballero (Robert Sheehan), un caballero amargado que ha perdido a toda su familia en manos de la peste (Ulrich Thomsen) y un sacerdote ingenuo (Stephen Campbell Moore).La ruta es larga y ardua, y aún más difícil por la cada vez más inquietante serie de eventos que lleva al grupo a través de un territorio sin explorar, a través de gargantas agrestes y profundas y de bosques infestados de lobos. Uno a uno, sus compañeros de viaje se topan con la mala suerte, y el asediado cruzado se encuentra junto a su adversario más aterrador.