‘’Algunos individuos que critican todo, pensarán que las cosas que vemos alrededor vienen del cielo y que tenerlas es lo normal. Pues no, señores, en la mayoría de los 200 países del planeta, no son habituales, solo lo son en dos decenas de ellos. Y desde luego no lo eran en la España de los 70.
En lo conseguido no debemos olvidar el apoyo que nos dieron las ayudas europeas, que tampoco cayeron del guindo, hubo que pelear mucho por ellas, (Los protestones de entonces, llamaban pedigüeño a Felipe González por la negociación). La magnitud de la ayuda europea a España ha sido superior al plan Marshall de EEUU en toda Europa después de la IIª Guerra Mundial.
Estas cosas que nos rodean, empezaron a construirse en los ochenta y noventa y hoy son normales, después de muchísimo esfuerzo, enfrentamientos con la policía, manifestaciones, trabajo diario en movimientos ciudadanos, luchas políticas, debates interminables, mucho, mucho trabajo profesional y voluntario, y mucho paro y crisis, porque esto de las crisis no es nuevo.
Recordamos para adultos y jóvenes que las crisis económicas ya se citan en textos antiguos, siempre existieron épocas de bonanza y de escasez. Muchos textos económicos de los últimos 150 años hablan profusamente de las crisis cíclicas de la economía y muestran que nunca fue posible crecer indefinidamente, cada pocos años se produce un frenazo y consolidación, e incluso marcha atrás como muestran decenas de países. Y ello gobierne quien gobierne, en el pasado, en el presente y en el futuro.
En EEUU ya han quebrado 100 bancos. La crisis es grave, la mayor del mundo desde hace 70 años, pero aquí tenemos la costumbre de dar leña al mono, el gobernante de turno, responsabilizándole de todo cuanto nos rodea sin mirar la responsabilidad de otros, mezclando todo y enmarañando todos los problemas.
Nos olvidamos, por ejemplo, que los créditos masivos a la construcción fueron concedidos por los banqueros alimentando la burbuja, cientos de especuladores inflaron precios de pisos, miles de viviendas se construyeron en sitios donde no hacían falta, etc. Y muchas empresas, y no el Gobierno, despiden cientos de miles de trabajadores. A pesar de todo tenemos ventajas respecto al pasado, nuestra protección social, (sanidad, educación, salario social), nada parecido con las miserias de los 40, 50, 60’’
El martes 27 de octubre del año pasado, 2.009 escribía esto en mi otro blog ‘en mi barrio’, desde aquellos días he escrito sobre la crisis con un cierto sentido de practicidad, de utilidad, para dar a conocer lo que ocurría e intentar describir por qué pasaba; sucesos, consecuencias y repercusiones. En esto días de turbulencias, he repasado algunos de los escritos hace un año o varios meses, y no me parecen desacertados ni catastrofistas, el tiempo los ha ido situando. Han servido de muy poco, eso sí.
He escrito sobre las dos crisis, la internacional y la española, de la responsabilidad de nuestra sociedad, individuos e instituciones, públicas y privadas, de los costes para España de un 20/30 % de pérdida de riqueza, de cómo las luchas políticas estaban tapando la enorme gravedad de la situación que muchos no querían ver y trataban de impedir a otros que hablaran de ella, he contado muchas cosas intentando que estuvieran a ras de tierra y no siempre metidas en tarritos ideológicos dentro de las estanterías de grandes doctrinas.
He tratado de explicar cuáles eran los fundamentos que en España estaban oxidados, intentando describir la situación de partida, la cercana, sin olvidar nuestra procedencia, la España franquista, intentando no caer en el agobiante bipartidismo de la opinión. De éstas y muchas cuestiones más he escrito en mis post de economía y de crisis de las izquierdas, en ellas nunca aparecen salidas fáciles, a golpe de varita mágica, tipo apagar un minuto la luz o retirar un día el dinero de los bancos, porque n o creo en ellas, me parece que despistan demasiado.
Y hablé de la batalla del euro y las posibilidades de su destrucción hace meses, sin levantar mucho revuelo para no meter miedo. Hoy me parece una de las consecuencias más dramáticas que podrían darse entre las batallas que se están librando. Públicamente, tanto Van Rompuy como Merkel, o Trichet, ya hablan de ello.
Insisto en mi opinión; mas Política, mas Estado y mas Europa. Lo explicaba el 21 de junio de 2010, escribía en el post titulado ‘La crisis. Y la izquierda. 6’
''En esto llegó la crisis y afecta gravemente a Europa, a lo que representa en relación con el resto del mundo, millones de trabajadores en Asia, Sudamérica y África pueden trabajar en condiciones de mayor precariedad que los europeos. Bien, pues en el terreno de los deseos se empieza a jugar esta guerra. Los campos de batalla para resolver los problemas son:
1) Mas o menos Europa. Difícilmente se podrán resolver mejor los problemas con mayores cotas de autarquía, o independencia como proclama parte de la derecha española y muchos líderes del PP. Con la peseta, o sea fuera del euro, podríamos devaluar y perder ese 20% de peso del que tanto hablan algunos economistas, sin tanto esfuerzo inmediato, otra cuestión sería el medio plazo, sería desandar caminos que nos han acercado a una sociedad mas libre, justa y solidaria.
2) Más o menos Estado. Saldremos hacia una sociedad mejor si damos mayor poder al Estado, si fortalecemos las instituciones para elegir, controlar, legislar, corregir, porque en el Estado podemos influir los ciudadanos y tiene que actuar de contrapoder con los otros poderes en los que podemos influir muy poco. En este tramo de la historia es posible, en otros momentos ni siquiera los individuos podían planteárselo.
3) Más política o más economía. Es el cemento de ambos anteriores, mayor peso a la política, al Estado en Europa, con mayor implicación ciudadana en el control de las instituciones. Casi ninguno de los problemas de deuda, de control de mercados financieros, de regulación bancaria, de penalización de actividad especulativa de tasas financieras especiales, etc. pueden encontrar salida fuera del marco global de la UE, para ello las instituciones comunitarias (particularmente las de la Eurozona) deben hacerse mas fuertes políticamente, la integración política debe dotarlas de mecanismos de mayores y rápidas respuestas económicas. Incluido la actuación en ámbitos más amplios, G20, FMI u otros, que para que sea eficaz tendrá que ser europea, y no nacional.
Mas política en España supone mayor participación ciudadana, mejorar la implicación de los partidos en la sociedad y su representación, superior control y participación social de los partidos incluido el control parlamentario al gobierno, mayor control del gobierno a su presidente, aumentar peso a las instituciones y rebajarlo a los dirigentes. No podemos aceptar que se produzca un giro de 180 º en las políticas gubernamentales y nadie sienta la obligación de explicar el por qué a la sociedad.''