¿Es más fácil sobrellevar una guerra cuando se es un temerario? ¿ Puede ser la guerra una droga, tal y como se puede leer al comienzo de la película?
Yo he visto En tierra hostil más como un monográfico sobre un chico al que la adrenalina le da la vida y en el que se nos ofrece un punto de vista nuevo sobre como hacer frente a las situaciones de vida y muerte día a día, que como una película de guerra en si. La cruda fotografía ensalza la eternidad y el tedio que acompaña a este jóven, William James ( Jeremy Renner) experto en desactivar bombas que sabe que esto es lo suyo y disfruta compitiendo contra si mismo y su horrorizado equipo, cuyo líder ( Anthony Mackie) no puede soportar la presión de vivir jugando al azar con la muerte cada hora de trabajo, algo que no parece importarle lo más mínimo a James , que va a lo suyo sin tener en cuenta otras opiniones.
Es fascinante como la llegada del cualificado James al escuadrón no hace más que acabar de destrozar los nervios de sus compañeros, quienes ya han sufrido la muerte en su equipo y a los que solo les quedan 35 días para acabar la misión y volver a casa. Pero esos 35 días serán probablemente los más angustiosos de toda su carrera al compartir jornadas enteras con un tipo que no atiende a la lógica y que se deja llevar continuamente por la pasión y por su instinto.
Esta película revela la quietud , la rutina y el desasosiego que se encuentra detrás de cada noticia que veíamos en el telediario durante la última guerra de Iraq, con ataques suicidas continuos, detonaciones y masacres continuas. Plasma muy bien lo que es el infierno en la tierra y te sigue sugiriendo ese convecimiento tan amargo de que el hombre es capaz de soportar situaciones muy al límite pero no sin quedar irrevocablemente tocado por la experiencia. De un modo u otro.
Un acercamiento de lo más realista al eterno drama de la guerra.