Revista Comunicación

En Tussam como en Bahrein

Publicado el 11 mayo 2011 por Jackdaniels
En Tussam como en Bahrein

No soy chií, ni nací en un suburbio de Manama, capital del Reino de Bahrein. Sólo soy un periodista y bloguero que siempre ha creído en la libertad de expresión e información y que defiende la importancia vital de la función social del periodismo en una sociedad democrática.

En concordancia con los tiempos que vivimos, no vivo del periodismo. Como tantos miles de colegas, he de trabajar en otra cosa que no es mi vocación para ganarme el sustento dignamente y lo llevo haciendo desde hace 31 años en una empresa pública denominada Tussam, que se dedica al transporte urbano de viajeros. Es dicho trabajo el que mantiene con humildad toda mi familia.

La labor periodística y mi derecho a la libertad de expresión la ejerzo cuando puedo en este blog y de manera totalmente gratuita y desinteresada, pero con toda la profesionalidad de la que soy capaz y la dedicación que mis obligaciones me permiten. El tiempo y el esfuerzo que dedico a ello lo hago con gusto e ilusión, porque este trabajo me realiza y el compromiso que conlleva me hace ser mejor persona, algo que no acabaré nunca de agradecer a una profesión tan apasionante. Soy de los que todavía piensan que el periodismo es necesario para cambiar las cosas.

Sin embargo, el gerente de Tussam, Carlos Arizaga, debe pensar que la empresa que dirige es algo parecido al Reino de Bahrein. De otra manera no se entendería su afán por matar al precio que sea al mensajero, en este caso yo mismo. No le gusta que Jack Daniel’s Blog informe sobre todo lo que tiene relación con la empresa y, lo que es peor, le gusta menos que mantenga una postura crítica con su más que discutible gestión de la compañía. Aún a pesar de que hablamos de una empresa sufragada en su integridad con dinero público.

Ese mismo pensamiento, que en la empresa ha habido grandes fallos en una gestión de la que él es el máximo responsable, lo han manifestado públicamente entre otros todos y cada uno de los aspirantes a la alcaldía de Sevilla en las próximas elecciones del 22-M. Pero claro, los alcaldables están fuera de su alcance, no así un simple empleado bajo la cadena de mando en su vasto imperio.

Por esa razón mantiene un expediente disciplinario abierto contra mi persona y, me dicen, con no muy buenas intenciones. Y no le importa en absoluto jugar con el pan y la seguridad de mi familia con tal de salirse con la suya, que no es otra que callar esta voz al precio que sea. Lo he hablado con los míos, con los que me duelen, y tengo todo su apoyo y comprensión. No necesito más.

Sin embargo, me extraña el silencio sepulcral de quienes mantienen a este tipo de señores en cargos de tal relevancia, con el presente y el futuro de miles de familias en sus manos para hacer y deshacer a su antojo.Y me consta que quienes se lo permiten son el propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, máximo responsable de cuanto ocurre a la sombra del Ayuntamiento, y el Presidente de la empresa, Fran Fernández. La libertad de expresión les estará siempre agradecida por ello.

Me extraña que quienes lo sustentan en el cargo y le permiten hacer este tipo de vejaciones, que luego tanto se llenan la boca desde los púlpitos con la defensa de las libertades y los derechos sociales, sean incapaces de hablar alto y claro ante un atropello de tal calibre. Ni siquiera un pronunciamiento público en contra de tales prácticas en pleno corazón de una institución democrática. Qué esperar sobre una orden para detener e impedir el abuso. Nada. En esto, como la mayoría de los ciudadanos ante la injusticia, estoy solo.

Decía Ryszard Kapuscinsky que “el silencio es señal de una desgracia y, a menudo, de un crimen”, porque quienes necesitan del silencio son “los tiranos y los ocupantes que velan porque su actuación pase inadvertida”. Alguien en Tussam necesita mi silencio. Y está dispuesto a conseguirlo, aunque tenga que pisotear los más sagrados derechos constitucionales de este país.

Y los responsables de que tal tropelía pueda llevarse a cabo, en una empresa pagada a escote por todos los ciudadanos, callan. Y también otorgan, por supuesto, en tiempos en los que van vendiendo libertad para conseguir votos. Es con este tipo de cosas con las que acabas por percatarte de que, a fin de cuentas, Bahrein no está tan lejos como creías.

Nota sobre el nuevo cargo que me acaban de comunicar:

El cargo viene a colación de este artículo publicado en el blog. Como se puede comprobar fácilmente mediante su lectura, en ningún caso se cuestiona la veracidad de la información y los datos que aparecen en el artículo de marras.

Es más, al afirmar que se trata de que “se hacen públicos datos reservados de la empresa que han sido conocidos por Ud. por razón de su trabajo”, reconocen de manera abierta que los datos son ciertos, como así es, porque han sido convenientemente contrastados con anterioridad a su publicación.

En lo referente a que los datos los he conocido por razón de mi trabajo, nada más lejos de la realidad. Es totalmente falso y a sabiendas de que lo es, lo que ya implica una mayor gravedad.

Desde principios de 2008 hasta la actualidad he desempeñado mi labor, primero en el Departamento de Atención a al Cliente de la empresa atendiendo reclamaciones de usuarios y organizando la visita escolar a sus instalaciones y, segundo, en el Negociado de Talleres, donde a día de hoy me encuentro encargado de la programación de la limpieza de vehículos, las revisiones de kilómetros y la programación de las ITV. Nada que ver con ningún Gabinete de Comunicación o algo que se le parezca.

Y en lo relativo a los años anteriores poco importa, porque por muy buen trabajo que sea capaz de hacer o no este periodista, la capacidad de imaginación necesaria como para averiguar en qué se va a gasta un dinero en los años próximos no la tengo, dado que los datos se refieren a ese período en concreto.

Pero lo más descarado de todo el escrito y lo que deja al descubierto su verdadera intención es lo referido en el apartado “TERCERO”, donde reza textualmente: “Al día de hoy permanecen publicados todos los artículos referidos en los anteriores cargos”. Es decir, que como no los he quitado, piensan seguir adelante con el sinsentido. Lo que buscan no es otra cosa que desparezca del blog aquella información que no les interesa. Por algo será.



Volver a la Portada de Logo Paperblog