Marianne Winckler es una conocida y reputada escritora. Cuando decide escribir un libro sobre la precariedad laboral y social decide que necesita experimentarlo en primera persona. Y así es como acabará limpiando 230 habitaciones en una hora en un ferry.En un muelle de Normandía asistimos a una crítica social sobre las condiciones de trabajo en el mundo occidental. Mentir para que te seleccionen, puestos de nombres rimbombantes para enmascarar trabajos de limpieza, poco tiempo para realizar bien el trabajo, mal pagado, ...
De la mano de la protagonista, una intrusa en este mundo, aprendemos lo ya sabido, aunque nunca está de más reflexionar sobre ello. Además, en esta historia vemos como a pesar de todo, de las condiciones duras y malas, de que las protagonistas no tienen apenas nada, se crea un camaradería, una unión por ayudar, por integrar de la que Marianne es partícipe. El problema llega cuando Marianne tiene que contarles la verdad. Ella no pertenece a este mundo. Puede alejarse de él. ¿Y qué pasa entonces?
Muy destacable Juliette Binoche y el resto del elenco no profesional que acompaña sobrepasando a la propia Juliette.
Una historia triste, sin final feliz como en Pretty Woman, la vida es así. Cada una en su lugar.