Yo no sé que pasa cuando a los niños les dan
las vacaciones de verano. Salen del colegio en su último día y entonces es
como si se activara un mecanismo escondido y ¡zas! Todos empiezan a cambiar,
así de golpe y sin miramientos.
Y mira que este año nosotros nos hemos bien
pronto de vacaciones, nada, no ha
habido tregua. Ha sido pisar la playa y ahí teníamos a Rayo crece que te crece.
Será porque le comparaba con mi niño del pasado año, será porque ha ganado en
independencia cosa mala, será porque los 6 años (y medio, como el añade) se
notan ya…. No sé por qué será, pero su padre ya anda metro en mano para medirle
por enésima vez este año. Sigue leyendo.