La película Kill Bill me descubrió este tema de los 60 que muchos han interpretado y que no hace tanto versionó hasta el mismísimo David Guetta. Una canción que cuenta una historia de amor ciertamente violenta y descarnada en la que uno de los dos acaba muy, muy mal. El caso es que parece que la canción la escribieron a dúo Cher y su marido Sonny Bono, que también tiene delito que te muelan a palos, escribas una canción así como un poquejo autobiográfica y te salga un hit parade, pero bueno, a lo que vamos. No me gusta la canción original.
A mi personalmente, me encanta la versión de Nancy Sinatra, esa rubia con vestido rosa que emerge de la oscuridad. Reconozco que a mi esta mujer me conquistó con These Boots Are Made for Walking y ese vídeo tan sensual sin necesidad de desconyuntarse la cadera, hacer acrobacias con el culo y poner carita de muñeca hinchable. También puede ser que sea una antigua y algo mojigata.
Y sí, sí. Lo sé, lo sé. Suena a pastilleo, Ibiza y mucho punchi, punchi, pero el vídeo de David Guetta es guapo y confieso que llevo una ruta del bacalao sin hacer dentro. Siempre podéis hacer una cosa: escuchar la canción en boca de Sinatra mientras a la vez veis el vídeo de Guetta.
Va a ser la mezcla perfecta. Creo yo. Como siempre, a cantar y bailar que es gratis, divierte y relaja.