No es el palacio construido por el Rey de Francia ni una de las más recientes series de Netflix. Se trata del Versailles de La Pequeña Habana, una especie de esquina caliente de la libertad de expresión, donde lo mismo se come Ropa Vieja con Frijoles Negros, que se festeja la muerte del dictador Fidel Castro o se opina sobre “Pies secos-pies mojados”.
Video cortesía de Diario Las Américas.
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