Para muchos es un nombre familiar, para otros un aporte al diccionario de los cubanos, que en tiempos de crisis incorpora vocablos tan necesarios como: riquimbili: un medio de transporte criollo, fruto de la inventiva que se crece en momentos de crisis.
Para conocer bien un riquimbili por dentro y por fuera, Cubanet nos presenta sus interioridades. Ellos resuelven dentro de sus posibilidades el problema del transporte en Cuba.
Abundan los riquimbilis de dos ruedas, aunque también los hay de 3 y 4. El motor varía de tamaño, pero los más comunes son lo conocidos como “moto-mochila” o “moto-sierra”, casi todos de un cilindro.
La transmisión es por correas, casi siempre. Los hay de cadenas, algunos más complejos, los de 3 y 4 ruedas, alcanzan la velocidad de 80 kilómetros por hora. Pero siempre producen un ruido ensordecedor debido a la falta de tubo de escape.
Aunque son ilegales en casi toda Cuba, no faltan los sitios en los que las autoridades se hacen los de la vista gorda para dejarlos circular.
Con información de Cubanet.
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