En los años 70 y 80 del siglo pasado se asistió en toda Europa al nacimiento de un sin fin de radios piratas. Un vacío legal permitió que una entera generación, la que había salido a la calle a protestar en 1968, pudiera organizarse con sus propias frecuencias y trasmitir su música y sus ideas. El sueño duró poco y finalmente las radios piratas desaparecieron del mapa.
Hoy en día parece que algo similar se está produciendo también en el mundo digital, a través de la plataforma para el streaming de vídeo y música Youtube. Es lo que relata en un reportaje el New York Times, que ha hablado con diferentes administradores de estos canales, la mayoría de ellos muy jóvenes, para entender el alcance del fenómeno.
Según relata el diario estadounidense, existen cientos de canales que han comenzado a transmitir música sin parar, con vídeos que combinan listas de reproducción con cientos de canciones y breves animaciones. Al parecer los fans de estas radios en streaming aprecian mucho que la música esté acompañada por imágenes sacadas de películas de anime.
Cortesia de: Youtube
Las transmisiones musicales en vivo abarcan muchos géneros diferentes. Existe, por ejemplo, College Music, que forma parte de una familia de canales que transmiten lo que los presentadores llaman hip-hop lofi (de baja fidelidad), pero también los hay de a rap, electrónica y mucho más. Los suscriptores son cientos de miles.
Sin embargo, estas radios piratas ocupan un espacio precario en el algoritmo de YouTube y suelen tener problemas con los derechos de autor, tanto de los vídeos como de la música. Muchos de los canales aparecen y vuelven a desaparecer en lo que dura un parpadeo, aún así, su presencia se ha convertido en una parte importante del ecosistema musical de la plataforma, tanto che muchos se preguntan si a Youtube no le convenga reglamentarlos para contrarrestar la competencia de Spotify o Apple Music.
Estos canales tienen éxito en parte por saber explotar el comportamiento del usuario. Según los operadores de la plataforma, de hecho, las personas a menudo no paran el vídeo que han seleccionado en Youtube o lo hacen después de varios minutos. De esta manera, las transmisiones en vivo tienden a ser reproducidas durante media hora o más y empleadas como música de fondo. Eso aumenta las tasas de retención de los vídeos, lo que obliga a YouTube a promocionarlos más.
Una portavoz de la plataforma, Veronica Navarrete, dijo al New York Times que, aunque YouTube Live esté disponible desde 2011 y el streaming en directo desde finales de 2012,la cantidad de canales en vivo que transmiten diariamente se ha cuadruplicado año tras año desde 2016.
Según relatan los dueños de los canales entrevistados, los artistas ven de buen ojo su operación porque no hay una actividad lucrativa real a sus espaldas. Es poco probable que canales como College Music, ChilledCow, Chillhop Music y otros tengan un gran impacto en la industria de la música, pero representan una alternativa subterránea a la hegemonía de Spotify y Apple Music.
Via: lavanguardia.es