Santa Margherita, otro lugar que no sabía ni que existía, pero que me ganó en cuanto puse los pies en tierra. Una localidad con vistas preciosas ubicada en la provincia de Genova, Italia. Fue muy fácil olvidar el frío de finales de septiembre que hacía, (yo aún con shorts y la piel de gallina) en cuanto nos acercamos a la playa. En un segundo te ves rodeado de edificios de colores y agua! Donde quedó Madrid? ¡Qué romántico!
Antes de irnos a explorar las callecitas, nos sentamos en una terraza frente al mar para tomarnos unos deliciosos capuccinos, y enseguida nos fuimos a caminar por ahí. Descubrimos un montón de tienditas pero al final terminamos en la playa otra vez, tomando todas las fotos que pudimos para no olvidar los detalles del momento.
En una hora salimos camino a Genova. Pero tengo que decir que quedé totalmente encantada con Santa Margherita <3
En cuanto sales, notas las diferencia de inmediato. Entras en la ciudad y en el movimiento de la gente en un día de trabajo. Igual que en el resto de Italia, se ven muchas motos por la dificultad de aparcar coches en las calles. Aunque no sea tan famoso como Roma o Florencia, Genova te cuenta sus historias en cada edificio antiguo. Como dije en un post anterior, recuerdo muy poco de todo lo que nos contaron las guías que tuvimos, pero recuerdo algo que me pareció muy curioso y es que en Genova no derrumban edificios antiguos para construir nuevos, los remodelan para no perder la historia que tienen detrás y si te fijas bien, no es difícil encontrar algunos de ellos.
Tengo una lista bastante larga de lugares que me gustaría visitar y la verdad es que Genova no estaba incluida, pero me sorprendió lo mucho que me gustó. Este día concluyó nuestro recorrido por Italia, que terminó siendo mucho más que el Coliseo, la Fontana de Trevi y la Torre de Pisa.
Enamorada de Italia y con muchísimas ganas de volver!
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