Enamorado

ENAMORADO

El café va sin azúcar, como debe ser. Y tus supiros decorados con sonrojos

Déjame contarte una historia. Permite le dedique un osado intento de poema a los vibratos que en mi alma hacen eco de tus sonrisas.

Dejame saborear la honestidad de tu mirada y volverla mi recuerdo favorito. Imaginemos la estructura de la prosa, del verso…

Imagina conmigo, ven.

Te sugiero me acompañes a esta locura que pretendo. A este sinfín de aventuras que el destino nos guardó en lo más inóspito de lo imaginado para nuestras perfeccionistas y estructuradas vidas.

Te invito una copa de vino tinto mientras dibujamos esa caricia en forma de verso.

Acércate, no temas.

Déjame acomodar ese cabello que te está volviendo loca. Está bien, lo admito. Es una excusa para poder deslizar mi mano por tu mejilla. Cerraste los ojos… «Que bella», pienso en lo que te dedico una sonrisa boba.

Déjame quererte a latidos fuertes y suspiros bajos. Permíte le otorgue rienda suelta a este instinto seductor que grita desde el interior somentiendo a la timidez. Callando a la cordura.

Calma, no huyas…

Que en libre albedrío me posea el egoísmo y vaya a por ti sin importar el resto. Evitemos esa jaula prejuiciosa y atrapa sueños que creó la sociedad a blanco y negro. Ya sabes, esa jaula del «qué dirán».

No te pretendo en otros modos que no sean los tuyos, pero dejame mostrarte los míos. No temas. En hilo rojo convergieron dos corazones repletos de rarezas. Resonaron a distancia las heridas, la nobleza y el llanto.

Déjame quererte sin promesas, sin pretenciones. En la más cursi de las formas que, como objetivo tiene, derretir un corazón de invierno. Acompañame a ver como mi cortejo somete tu independencia.

Calma, no te angusties. Sabes que me encanta tu libertad. Que este baladista corazón no te pretende para contratos sociales.

Entiéndelo, solo está enamorado.