Revista Cultura y Ocio

Enamórate de alguien que escriba

Publicado el 14 febrero 2015 por Merianne Abevaz @QuimerasTinta

   ¿Quieres un consejo? Enamórate de alguien que se dedique a escribir. Es lo mejor que puedes hacer en tu vida. Créeme.
   Enamórate de una chica que escriba. Será fácil de encontrar. La hallarás en una biblioteca, moviéndose tensa y con un brillo inquieto en la mirada, conteniendo sus impulsos de abalanzarse sobre las estanterías y devorar libro tras libro. La verás en una cafetería cualquiera, en el rincón más apartado y luminoso, con un portátil o una libreta delante y, tal vez, un café frío y perdido en el olvido. La encontrarás en un parque, sentada en un banco con una caja de pañuelos a su lado; los ojos vidriosos y escarchados, un bolígrafo rasgando el papel en trazos rápidos. La descubrirás con la mejilla pegada al cristal, haciendo girar un lápiz entre sus dedos, con el pelo mojado porque la ventana estará abierta y ella no se habrá percatado de ello, pues estará ocupada soñando que vive en un castillo de tinta en el que ser poderosa, invencible, fuerte, eterna.
   Enamórate de una chica que escriba, porque sabrá escuchar y te escuchará, y porque sabrá entender y te entenderá. Porque amará y odiará intensamente. Porque su imaginación rozará deliciosamente la demencia, y enloquecerá con la música puesta bajo una tormenta de lluvia y de ideas, saltando al ritmo de una melodía inexistente que temblará en su cabeza como el inevitable final de toda buena historia. Porque conocerá hasta el último de los personajes existentes y te verá reflejado en ellos, siendo capaz de averiguar tus defectos y virtudes antes incluso de que tú mismo te des cuenta. Y te querrá así.
Enamórate de alguien que escriba     Enamórate de una chica que escriba, pero no la ates a ti. Ella vivirá de aire y libertad, de cielos abiertos y sueños diluidos en acuarelas etéreas. Y querrá viajar, moverse, descubrir, ser más y mejor. Si eso ocurriera, no se lo impidas. Cortarías sus alas, y ya no estarías enamorado de una escritora, sino de un destino roto. Ninguno de los dos soportaríais eso.
   Tendrás que aprender a seguirle el paso y entender que ella no necesita que la guíen, sino guiar. Acostúmbrate a la idea de que cualquier hora es la más idónea para escribir. Sí, eso incluye las cuatro de la madrugada. Asume que no eres la mitad que complementa a tu chica: eres el todo que la hace feliz.
   Ten presente eso. Y tu vida será perfecta.     Enamórate de un chico que escriba. No será difícil reconocerle. Mirará el mundo a su alrededor dos veces para cerciorarse de que nada cambió desde la última vez que lo hizo. Sonreirá con las manos en los bolsillos sin darse cuenta, y su alegría le iluminará los ojos. Oirá mencionar su libro favorito o a su autor predilecto y se convertirá en William Wallace, en pie ante el frente de batalla, dispuesto a defender a capa y espada cada una de sus pasiones. Se morderá el labio inferior cuando sostenga un libro en sus manos, mirando la portada con la angustia de quien sabe que empieza una aventura con fecha de caducidad. Hablará y parecerá que el mundo es una especie de chiste terriblemente malo del que todos somos protagonistas, y que él es el único que lo entiende y finge ser un mero espectador desde la seguridad de su trono de papel.
   Enamórate de un chico que escriba porque habrá saboreado el dolor y querrá evitártelo, pero a la vez no te negará tu derecho a sufrir y demostrar lo que vales. Porque habrá leído acerca de mil heroínas invencibles, y nunca habrá pensado que una chica no podría ser fuerte. Porque suspirará y mirará la lluvia caer a través de la ventana para después centrarse en ti y darte a entender que ya sabe que estás enfadada, triste o preocupada. Y se sentará y te escuchará y te aconsejará, y entonces parecerá que el mundo gira más despacio, y que el aire es más ligero, y que la magia existe. Y porque cuando no puedas dormir, se tumbará a tu lado y llenará la noche de cuentos susurrados que harán que las estrellas caigan del cielo para llenar tu cama.
Enamórate de alguien que escriba 
   Enamórate de un chico que escriba, pero nunca oses decir que los hombres no lloran. Él más que nadie será consciente de que, si bien las lágrimas no siempre aplacan el dolor, las risas tampoco lo hacen. Y habrá sollozado con la muerte de mil personajes, y habrá emitido estertores silenciosos enredado en las sábanas por un libro que ha acabado y no volverá a acompañarle.
   Entiende que los hombres también sienten, y son libres de demostrarlo. Comprende que no debes celarte de las mujeres de sus historias, porque él te ha elegido a ti por encima de todas las demás, y eso te hace especial. Hazte a la idea de que fuiste escogida como su musa, su luz, su inspiración y su más absoluta verdad. Y eso tendría que bastarte. Eso debe bastarte.
Aunque te bese para después zozobrar en brazos de un personaje cualquiera de un libro de la estantería más alta. Enamórate de alguien que escriba 
¿Lo entiendes ya? Hazlo. No tengas miedo a equivocarte: no errarás en esta decisión si sigues mis palabras.
¿Lo comprendes? Es lo mejor que puedo dejarte como legado.
Este es mi único consejo.
Enamórate de alguien que escriba.
Y enamoraos juntos del arte de escribir.
  

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